El derretimiento del hielo, la disminución de las aguas subterráneas y el aumento de los mares están desplazando el eje de rotación del planeta y alargando los días. Científicos de la NASA señalan que la razón está relacionada con los mismos mecanismos que también han provocado que el eje del planeta se desvíe unos 10 metros en los últimos 120 años.
Los hallazgos provienen de dos estudios recientes financiados por la NASA centrados en cómo la redistribución del hielo y el agua relacionada con el clima ha afectado a la rotación de la Tierra.
Estos cambios de masa resultantes hacen que el planeta se tambalee mientras gira y que su eje cambie de ubicación, un fenómeno llamado movimiento polar. También hacen que la rotación de la Tierra se ralentice, medida por el alargamiento del día. Ambos fenómenos se han registrado desde 1900.
Los investigadores analizaron el movimiento polar a lo largo de 12 décadas, “los científicos atribuyen casi todas las oscilaciones periódicas en la posición del eje a cambios en las aguas subterráneas, las capas de hielo, los glaciares y los niveles del mar”.
Los días se han ido alargando
En tanto al tiempo, los científicos también pudieron establecer que, desde el año 2000, los días se han ido alargando aproximadamente 1,33 milisegundos cada 100 años, un ritmo más rápido que en cualquier otro momento del siglo anterior.
“El hilo conductor entre los dos artículos es que los cambios relacionados con el clima en la superficie de la Tierra, sean causados por el hombre o no, son fuertes impulsores de los cambios que estamos viendo en la rotación del planeta”, dijo Surendra Adhikari, coautor de ambos artículos y geofísico del Laboratorio de Propulsión a Chorro de la NASA.
¿Cómo rastrea el movimiento de la Tierra?
La NASA explica que en los primeros tiempos, los científicos rastreaban el movimiento polar midiendo el movimiento aparente de las estrellas. Más tarde, pasaron a la interferometría de línea de base muy larga , que analiza las señales de radio de los cuásares, o a la medición de distancias por láser satelital , que apunta láseres a los satélites.
Los investigadores llevan mucho tiempo suponiendo que el movimiento polar es el resultado de una combinación de procesos en el interior y la superficie de la Tierra. No está tan claro en qué medida cada proceso desplaza el eje y qué tipo de efecto ejerce cada uno de ellos, ya sean movimientos cíclicos que se repiten en períodos que van desde semanas hasta décadas, o una deriva sostenida a lo largo de siglos o milenios.
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Para su artículo, los investigadores utilizaron algoritmos de aprendizaje automático para analizar el registro de 120 años. Descubrieron que el 90% de las fluctuaciones recurrentes entre 1900 y 2018 podían explicarse por cambios en las aguas subterráneas, las capas de hielo, los glaciares y el nivel del mar. El resto se debía principalmente a la dinámica interior de la Tierra, como el bamboleo provocado por la inclinación del núcleo interno con respecto a la masa del planeta.
Los patrones de movimiento polar vinculados a los cambios de masa superficial se repitieron unas cuantas veces aproximadamente cada 25 años durante el siglo XX, lo que sugiere a los investigadores que se debían en gran medida a variaciones climáticas naturales.
Imagen: Archivo ENTER.CO