La inteligencia artificial (IA) está cambiando rápidamente el panorama laboral, transformando tareas tradicionales y creando nuevas oportunidades y desafíos. En el primer trimestre de 2024, el uso de la IA en el lugar de trabajo experimentó un incremento significativo del 24%, según un informe reciente de ManpowerGroup. Esta cifra muestra la acelerada adopción de tecnologías basadas en IA, con uno de cada cuatro trabajadores de oficina utilizando herramientas de IA para su trabajo a partir de enero de 2024, en comparación con uno de cada cinco en septiembre de 2023.Uno de los efectos más destacados de la IA es la automatización de tareas repetitivas y rutinarias. En sectores como la manufactura, logística y servicio al cliente, la IA ha permitido que robots y sistemas automatizados realicen trabajos que antes dependían exclusivamente de la mano de obra humana. Esto no solo ha reducido los costos operativos, sino que también ha mejorado la eficiencia y la precisión en la ejecución de estas tareas. En centros de distribución, por ejemplo, los robots equipados con IA pueden seleccionar y empaquetar productos de manera más rápida y precisa que los trabajadores humanos, aumentando la productividad en un 30%.
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Sin embargo, este avance también conlleva el riesgo de desplazamiento laboral. Se estima que un 20% de los trabajos actuales podrían ser automatizados en las próximas décadas, lo que obliga a los trabajadores a adaptarse adquiriendo nuevas habilidades y conocimientos. La necesidad de formación continua se vuelve crucial en un entorno laboral donde las máquinas pueden asumir cada vez más responsabilidades humanas.En tanto a la capacidad de la IA para procesar y analizar grandes volúmenes de datos ha revolucionado la toma de decisiones empresariales. Las herramientas de IA pueden analizar datos en tiempo real, identificar patrones y prever tendencias con una precisión que supera las capacidades humanas. En el sector financiero, los algoritmos de IA se están utilizando para predecir movimientos del mercado y gestionar riesgos, lo que ha mejorado la precisión en las predicciones en un 15%.
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En marketing, la IA ha permitido una personalización sin precedentes de las campañas publicitarias, segmentando audiencias con un 25% más de precisión que los métodos tradicionales. Esto permite a las empresas adaptar rápidamente sus estrategias a las cambiantes preferencias del consumidor, mejorando la efectividad de sus esfuerzos comerciales.A pesar de sus numerosos beneficios, la IA también plantea importantes desafíos éticos y sociales. Uno de los problemas más destacados es el sesgo en los algoritmos de IA. Aunque estas herramientas están diseñadas para ser objetivas, los datos de entrenamiento que contienen prejuicios pueden llevar a decisiones injustas. Por ejemplo, en procesos de contratación, se ha encontrado que los algoritmos de IA pueden discriminar a ciertos grupos demográficos si los datos históricos utilizados para entrenarlos están sesgados.
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Además, la privacidad de los empleados es otra preocupación creciente. Las herramientas de monitoreo basadas en IA pueden rastrear el rendimiento y el comportamiento de los empleados con una precisión sin precedentes. Si bien esto puede ser útil para identificar áreas de mejora, también puede llevar a una invasión de la privacidad si no se manejan de manera adecuada.Finalmente, la creciente adopción de la IA también ha puesto de relieve la importancia de la ciberseguridad. Con el aumento de los ciberataques, la demanda de talento especializado en ciberseguridad ha crecido significativamente. Se estima que existe una escasez de aproximadamente 4 millones de profesionales en ciberseguridad a nivel mundial(Experis – Perspectivas …). Esta brecha de talento representa un desafío crítico para las organizaciones que buscan proteger sus datos y sistemas de amenazas cada vez más sofisticadas.
Imagen: Archivo ENTER.CO