El Galaxy Ring, el último dispositivo de Samsung que se ha incorporado al mercado de los wearables y que está diseñado para el seguimiento de la salud y el estado físico, está teniendo problemas importantes con el rendimiento de la batería, lo que ha alarmado a sus usuarios. Este nuevo anillo,, que se comercializa como una alternativa discreta y eficiente a los relojes inteligentes tradicionales, promete una autonomía de batería prolongada de hasta siete días con una sola carga. Sin embargo, la experiencia de los usuarios es totalmente diferente a lo que menciona la compañía sobre el papel. El dispositivo, que ha sido rápidamente acogido por los seguidores de Samsung Health por su promesa de durar una semana sin recarga, no está cumpliendo con las expectativas. Informes recientes de usuarios sugieren que la duración de la batería se ha reducido drásticamente, y que el dispositivo a veces dura solo tres días o menos después de unas pocas semanas de uso. De hecho, algunos de los usuarios expresaron su frustración en las redes sociales, notando una caída al 50% de la duración de la batería después de solo quince horas, una disminución significativa de los ocho días notados anteriormente.
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Además, el desmontaje del Galaxy Ring puso dejó al descubierto otra preocupación: su capacidad de reparación, o la falta de ella. El examen de iFixit reveló que, al igual que en el caso de la serie Oura Ring, acceder a la batería del Galaxy Ring básicamente destruye el dispositivo, dejándolo irreparable. Este descubrimiento coincide con una tendencia creciente en el sector tecnológico, en la que las empresas producen dispositivos con una vida útil y opciones de reparación limitadas.Esta situación también plantea problemas medioambientales, ya que el dispositivo no se puede reparar, lo que significa que acabará en un vertedero una vez que la batería deje de funcionar de forma eficaz. La imposibilidad de sustituir la batería sin dañar la unidad lo deja lejos del accesorio tecnológico innovador que prometía la compañía. Los críticos de este enfoque de diseño tienen la esperanza de que la futura legislación de la Unión Europea sobre el derecho a la reparación obligue a los gigantes tecnológicos a repensar la vida útil y la posibilidad de reparación de sus productos. La implementación de esas leyes podría reducir los desechos electrónicos y promover un mercado de tecnología de consumo más sostenible.Imagen: Samsung