Desarrollan dispositivo electrónico para curar heridas en menos tiempo: Así funciona WPED

Investigadores han desarrollado una venda eléctrica para curar heridas. Este sería un avance en el campo de la medicina muy importante, ya que afecta aproximadamente al 2% de la población de los Estados Unidos y cuya prevalencia continúa en aumento debido a condiciones como la diabetes y la obesidad. 

Estas heridas, que muchas veces no sanan correctamente, pueden llevar a complicaciones graves como amputaciones o incluso la muerte. Actualmente, los tratamientos disponibles para las heridas crónicas son costosos, de acceso limitado y, en algunos casos, poco efectivos. Sin embargo, una nueva tecnología, conocida como “vendaje eléctrico económico y de alta tecnología”, surge como una solución innovadora que podría cambiar la forma en que se aborda este desafío.

El nuevo dispositivo, conocido como WPED (por sus siglas en inglés, Water-Powered Electrotherapy Dressing), es un apósito alimentado por agua que acelera la cicatrización mediante la electroterapia. A diferencia de los tratamientos convencionales que dependen de equipos voluminosos y costosos, este vendaje se destaca por su simplicidad, bajo costo y efectividad. Está compuesto por una batería flexible y biocompatible de magnesio y cloruro de plata que, al entrar en contacto con el agua, genera un campo eléctrico que estimula la curación de la herida.

Te puede interesar: HeAR, el modelo de IA de Google, que detecta enfermedades con el sonido de la tos: así funciona

La electroterapia ha sido estudiada como una opción viable para acelerar la cicatrización, gracias a su capacidad para mejorar el flujo sanguíneo y la regeneración celular. Sin embargo, hasta ahora, este tipo de tratamiento requería equipos pesados que limitaban la movilidad del paciente, lo que dificultaba su uso continuo en contextos clínicos. El WPED resuelve estos problemas al ser liviano, flexible y no depender de componentes electrónicos complicados, lo que lo hace una opción portátil y fácil de usar en cualquier entorno.

El funcionamiento del WPED es simple pero altamente efectivo. Al aplicar agua al vendaje, se activa una batería integrada que produce un campo eléctrico radial. Este campo eléctrico es similar al que el cuerpo genera de manera natural para reparar tejidos dañados, lo que ayuda a estimular el cierre de la herida. Además, este vendaje ha demostrado ser resistente incluso en condiciones extremas, como temperaturas elevadas y presión externa, lo que lo convierte en una opción robusta para diferentes tipos de heridas.

Los estudios preclínicos realizados en modelos de ratones diabéticos han mostrado resultados prometedores. Las heridas tratadas con el WPED cicatrizaron mucho más rápido que aquellas tratadas con métodos convencionales, e incluso se obtuvieron resultados comparables a tratamientos que utilizan productos biológicos costosos. Los efectos del vendaje incluyen un aumento en el grosor de la epidermis, la modulación de la inflamación y la promoción de la angiogénesis, que son factores clave para una curación más rápida y efectiva.

Te puede interesar: Cognify: la cárcel del futuro donde rehabilitarán a delincuentes en minutos con IA

Este dispositivo podría representar un cambio importante en el tratamiento de las heridas crónicas. En los Estados Unidos, el costo asociado al tratamiento de estas heridas supera los 28 mil millones de dólares anuales, y se espera que esta cifra aumente con el tiempo.

Los tratamientos actuales, que incluyen apósitos oclusivos, hidrogeles y sustitutos de piel, han mostrado una efectividad limitada y, en algunos casos, tienen un costo prohibitivo que puede superar los 20,000 dólares por tratamiento. En contraste, el WPED tiene un costo aproximado de un dólar por vendaje, lo que lo convierte en una opción mucho más accesible para los pacientes y el sistema de salud.

Además de su bajo costo, otra ventaja clave del WPED es su facilidad de uso. Los pacientes simplemente deben aplicar el vendaje sobre la herida y añadir agua para activar el proceso de cicatrización.

A medida que el agua se evapora, el vendaje se desactiva, lo que permite un uso seguro sin necesidad de intervención médica constante. Esta simplicidad, combinada con su efectividad, lo convierte en una herramienta ideal para el tratamiento de heridas crónicas, especialmente en entornos donde el acceso a tratamientos avanzados es limitado.

Imagen:

 

Digna Irene Urrea

Digna Irene Urrea

Comunicadora social y periodista apasionada por las buenas historias, el periodismo literario y el lenguaje audiovisual. Aficionada a la tecnología, la ciencia y la historia.

View all posts

Archivos