Junio, julio y agosto de 2024 fueron alrededor 0,1 grados centígrados más cálidos a nivel global que cualquier otro verano en el registro de la NASA, superando el récord de 2023. ¿Qué significa esto para el planeta?
De junio a agosto se considera verano meteorológico en el hemisferio norte. Los veranos más cálidos de lo habitual continúan una tendencia de calentamiento a largo plazo, impulsada principalmente por las emisiones de gases de efecto invernadero causadas por el hombre.
La NASA compartió nuevos conjuntos de datos de última generación que permiten a los científicos rastrear la temperatura de la Tierra para cualquier mes y región desde 1880 con mayor certeza.
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Según los científicos del Instituto Goddard de Estudios Espaciales (GISS) de la NASA en Nueva York, agosto de 2024 batirá un nuevo récord de temperatura mensual, coronando el verano más caluroso de la Tierra desde que comenzaron los registros globales en 1880. El anuncio se produce al tiempo que un nuevo análisis confirma la confianza en el registro de temperatura de casi 145 años de la agencia.
Junio, julio y agosto de 2024 en conjunto fueron alrededor de 0,2 grados Fahrenheit (aproximadamente 0,1 grados Celsius) más cálidos a nivel global que cualquier otro verano en el registro de la NASA, superando por poco el récord recién establecido en 2023. El verano de 2024 fue 2,25 F (1,25 C) más cálido que el verano promedio entre 1951 y 1980, y agosto solo fue 2,34 F (1,3 C) más cálido que el promedio.
“Los datos de varios registros muestran que el calentamiento de los últimos dos años puede estar muy parejo, pero está muy por encima de todo lo observado en años anteriores, incluidos los años de fuerte El Niño. Esto es una clara indicación del calentamiento continuo del clima provocado por el hombre”, explica Gavin Schmidt, director del GISS.
La NASA recopila sus registros de temperatura, conocidos como Análisis de Temperatura de Superficie del GISS (GISTEMP), a partir de datos de temperatura del aire en la superficie adquiridos por decenas de miles de estaciones meteorológicas, así como de temperaturas de la superficie del mar obtenidas por instrumentos instalados en barcos y boyas.
También incluye mediciones de la Antártida. Los métodos analíticos tienen en cuenta la variada distribución de las estaciones de temperatura en todo el mundo y los efectos del calentamiento urbano que podrían distorsionar los cálculos.
El análisis GISTEMP calcula anomalías de temperatura en lugar de la temperatura absoluta. Una anomalía de temperatura muestra cuánto se ha alejado la temperatura del promedio base de 1951 a 1980.
El récord de calentamiento llega mientras nuevas investigaciones de científicos de la Escuela de Minas de Colorado, la Fundación Nacional de Ciencias, la Administración Nacional Atmosférica y Oceánica (NOAA) y la NASA aumentan aún más la confianza en los datos de temperatura global y regional de la agencia.
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“Nuestro objetivo era cuantificar realmente qué tan buena es la estimación de temperatura que estamos haciendo para un momento o lugar determinado”, declaró el autor principal Nathan Lenssen, profesor de la Escuela de Minas de Colorado y científico del proyecto en el Centro Nacional de Investigación Atmosférica (NCAR).
Esta visualización de las temperaturas mensuales de GISTEMP con el ciclo estacional derivado del modelo MERRA-2 de la Oficina de Modelado y Asimilación Global compara los años 2023 (en rojo) y 2024 (en violeta), con una cinta transparente alrededor de cada uno que indica los intervalos de confianza del nuevo cálculo de incertidumbre de GISTEMP.
Las líneas blancas muestran las temperaturas mensuales de los años 1961 a 2022. Junio, julio y agosto de 2024 combinados fueron aproximadamente 0,2 grados Fahrenheit (aproximadamente 0,1 grados Celsius) más cálidos a nivel mundial que cualquier otro verano en el registro de la NASA, superando por poco el récord establecido en 2023.
Los investigadores afirmaron que GISTEMP está capturando correctamente el aumento de las temperaturas superficiales de nuestro planeta y que el aumento de la temperatura global de la Tierra desde finales del siglo XIX (el verano de 2024 fue aproximadamente 2,7 F (1,51 C) más cálido que a finales del siglo XIX) no puede explicarse por ninguna incertidumbre o error en los datos.
Los autores se basaron en trabajos anteriores que demostraban que la estimación de la NASA sobre el aumento de la temperatura media global probablemente tiene una precisión de una décima de grado Fahrenheit en las últimas décadas. Para su último análisis, Lenssen y sus colegas examinaron los datos de regiones individuales y de cada mes desde 1880.
Lenssen y sus colegas proporcionaron una explicación rigurosa de la incertidumbre estadística dentro del registro GISTEMP. Es importante comprender la incertidumbre en la ciencia porque no podemos tomar medidas en todas partes. Conocer las fortalezas y limitaciones de las observaciones ayuda a los científicos a evaluar si realmente están viendo un cambio en el mundo.
El estudio confirmó que una de las fuentes de incertidumbre más importantes en el registro GISTEMP son los cambios localizados alrededor de las estaciones meteorológicas. Por ejemplo, una estación que antes era rural puede informar temperaturas más altas a medida que se desarrollan asfalto y otras superficies urbanas que atrapan el calor a su alrededor. Las brechas espaciales entre estaciones también contribuyen a cierta incertidumbre en el registro. GISTEMP tiene en cuenta estas brechas utilizando estimaciones de las estaciones más cercanas.
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Anteriormente, los científicos que utilizaban GISTEMP estimaban las temperaturas históricas utilizando lo que en estadística se conoce como intervalo de confianza: un rango de valores en torno a una medición, que a menudo se lee como una temperatura específica más o menos algunas fracciones de grados.
El nuevo enfoque utiliza un método conocido como conjunto estadístico: una distribución de los 200 valores más probables. Mientras que un intervalo de confianza representa un nivel de certeza en torno a un único punto de datos, un conjunto intenta capturar todo el rango de posibilidades.
La distinción entre los dos métodos es significativa para los científicos que rastrean cómo han cambiado las temperaturas, especialmente donde hay brechas espaciales.
Supongamos que GISTEMP contiene lecturas de termómetros de Denver en julio de 1900 y un investigador necesita estimar qué condiciones había a 100 millas de distancia. En lugar de informar la temperatura de Denver con unos pocos grados más o menos, el investigador puede analizar decenas de valores igualmente probables para el sur de Colorado y comunicar la incertidumbre en sus resultados.
Cada año, los científicos de la NASA utilizan GISTEMP para proporcionar una actualización anual de la temperatura global, siendo 2023 el año más caluroso hasta la fecha.
Otros investigadores confirmaron este hallazgo, entre ellos la NOAA y el Servicio de Cambio Climático Copernicus de la Unión Europea . Estas instituciones emplean métodos diferentes e independientes para evaluar la temperatura de la Tierra. Copernicus, por ejemplo, utiliza un método avanzado generado por computadora conocido como reanálisis.
Los registros siguen coincidiendo en líneas generales, pero pueden diferir en algunos hallazgos específicos. Por ejemplo, Copérnico determinó que julio de 2023 fue el mes más cálido de la Tierra registrado, mientras que la NASA descubrió que julio de 2024 tenía una pequeña ventaja. El nuevo análisis de conjunto ha demostrado ahora que la diferencia entre los dos meses es menor que las incertidumbres de los datos.
En otras palabras, están efectivamente empatados como los más cálidos. Dentro del registro histórico más amplio, las nuevas estimaciones de conjunto para el verano de 2024 fueron probablemente entre 2,52 y 2,86 grados F (1,40 y 1,59 grados C) más cálidas que a finales del siglo XIX, mientras que el de 2023 fue probablemente entre 2,34 y 2,68 grados F (1,30 y 1,49 grados C) más cálidas.
Imagen: Archivo ENTER.CO
