Inicialmente los gigantes tecnológicos fueron vistos como promotores del progreso, la transparencia y la participación ciudadana, sin embargo hoy en día su impacto sobre los sistemas democráticos está bajo intenso escrutinio. ¿Cómo exactamente impactan estas empresas en la democracia? ¿Cuáles son los efectos y qué dicen las investigaciones más recientes sobre el tema?
En la actualidad, tecnológicas como Google, Facebook, Twitter y Amazon no solo dominan el mercado global, sino que también tienen el poder de moldear opiniones, influir en procesos electorales y dirigir debates públicos. Uno de los problemas más serios es que, como señaló un informe de la “Confederación Sindical Internacional (ITUC)”, estas corporaciones han logrado concentrar una cantidad sin precedentes de poder e influencia, lo que amenaza directamente los pilares fundamentales de las democracias moderna.
¿Cómo lo hacen?
Las empresas de tecnología impactan la democracia de diversas maneras, muchas veces invisibles para los usuarios. Según la investigación, un aspecto clave es la manipulación de datos y la creación de algoritmos que priorizan ciertos contenidos sobre otros, determinando lo que millones de personas ven en sus redes sociales, influenciando sus opiniones e incluso sus decisiones políticas.
En el documento de “V-Dem Institute” la deliberación democrática y la igualdad social están profundamente afectadas por las acciones de estas empresas, lo que limita la participación de los ciudadanos en procesos clave de toma de decisiones.
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Por ejemplo, durante las elecciones presidenciales de Estados Unidos en 2016, Facebook se vio implicada en un escándalo en el que se descubrió que actores externos utilizaron la plataforma para difundir desinformación, polarizando aún más a los votantes.
El escándalo de “Cambridge Analytica”, que involucró la manipulación de datos personales para influir en la intención de voto, fue solo una muestra de lo que las grandes tecnológicas pueden hacer con la información de los usuarios.
“El poder de estas empresas radica en la capacidad de influir sin ser detectadas”, señala el informe de la ITUC. “A través de sus algoritmos y el manejo de la información, dirigen los debates públicos, controlan qué voces se escuchan y qué temas se ignoran”.
¿Cómo los gigantes tecnológicos socavan la democracia?
Cuando hablamos de las empresas de tecnología que más impacto tienen en las democracias, es imposible no mencionar a las grandes tecnológicas de Silicon Valley. Entre ellas, destacan:
Google: domina el mercado de búsquedas y maneja una parte significativa de la publicidad en línea, lo que le otorga un poder considerable sobre la visibilidad de ciertos contenidos.
Meta: lo hace a través de sus plataformas como Facebook, Instagram y WhatsApp, es el canal de comunicación de millones de personas alrededor del mundo. Su influencia en la forma en que la gente consume noticias es incuestionable.
X (Twitter): una plataforma clave para los debates políticos y la comunicación instantánea, que ha estado en el centro de diversas controversias sobre la libertad de expresión y la propagación de noticias falsas.
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Amazon: aunque mayormente conocida como una empresa de comercio electrónico, también es dueña de importantes infraestructuras tecnológicas, como los servidores de Amazon Web Services (AWS), utilizados por gobiernos y empresas en todo el mundo.
¿Afectan la economía, la privacidad y el derecho?
Las empresas tecnológicas no solo tienen el poder de influir en el flujo de información, sino que también afectan la economía, la privacidad y el derecho de las personas a organizarse.
Desinformación y polarización: Las plataformas sociales como Facebook y Twitter han sido terreno fértil para la propagación de noticias falsas y teorías conspirativas. Al priorizar contenido sensacionalista que genera más interacción, los algoritmos amplifican voces extremistas, lo que lleva a una mayor polarización política. El informe de la ITUC advierte que “el aumento de las desigualdades económicas y la inseguridad han proporcionado un terreno fértil para que los grupos de extrema derecha difundan narrativas de intolerancia y odio”.
Concentración de poder: Estas empresas controlan no solo la información, sino también vastos recursos tecnológicos, como servicios en la nube y bases de datos. Esto les otorga un poder desproporcionado sobre gobiernos y organizaciones, que dependen de sus servicios para operar. Este monopolio limita la competencia y puede socavar la soberanía de los estados, que a menudo carecen de alternativas.
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Privacidad: El uso de datos personales por parte de estas empresas ha generado serias preocupaciones sobre la privacidad de los ciudadanos. Los escándalos de filtraciones de datos y la venta de información privada a anunciantes han evidenciado la falta de control sobre los datos que los usuarios comparten voluntaria o involuntariamente.
Ataques a derechos laborales : Además de los impactos en la democracia, las grandes tecnológicas han sido acusadas de explotar a sus trabajadores, particularmente aquellos empleados en trabajos informales o temporales. Más del 60 % de la fuerza laboral mundial trabaja en condiciones informales, sin acceso a protección social ni el derecho a organizarse en sindicatos.
Imagen: Montaje ENTER.CO
