DANA: entendiendo el fenómeno meteorológico que afecta a España y cómo el cambio climático lo intensifica

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La DANA, un fenómeno meteorológico conocido popularmente como “gota fría”, ha vuelto a golpear con fuerza la región mediterránea, en especial a la Comunidad Valenciana en España, causando graves inundaciones y, lamentablemente, numerosas muertes. Pese a la alarma que suele generar, la DANA no siempre resulta en desastres; sin embargo, cuando el clima presenta temperaturas extremas y humedad elevada, sus efectos pueden ser devastadores.

La DANA (Depresión Aislada en Niveles Altos) se forma cuando una masa de aire frío se desprende de la corriente en chorro y queda aislada en niveles altos de la atmósfera. Esta particularidad la convierte en un fenómeno que desafía las predicciones meteorológicas y, en años recientes, parece estar intensificándose debido al cambio climático.

¿Qué es una DANA y cómo se forma?

Para entender la DANA, es esencial comprender cómo se desarrolla. Este fenómeno es, en esencia, una bolsa de aire frío que se desprende de las corrientes de aire en chorro (como el chorro polar) y queda aislada en la atmósfera, afectando las capas más altas de la troposfera.

Esta masa fría, al mezclarse con el aire cálido y húmedo del Mediterráneo, provoca fuertes precipitaciones, vientos e, incluso, tormentas eléctricas. En la mayoría de las ocasiones, el evento tiene lugar en verano y otoño, ya que las temperaturas del mar están en su punto más alto, lo que aumenta la humedad en la atmósfera.

Es precisamente este contraste entre el aire frío y el aire cálido lo que desata lluvias torrenciales. Según la Agencia Estatal de Meteorología de España (AEMET), una DANA no es sinónimo de desastre natural; sin embargo, cuando las condiciones son favorables, puede causar graves afectaciones en las zonas costeras del Mediterráneo. Este año, por ejemplo, las consecuencias han sido catastróficas, con más de 60 muertos confirmados y decenas de desaparecidos en la Comunidad Valenciana, cifras que, según las autoridades locales, podrían aumentar.

Su impacto en España y el resto del Mediterráneo

Los efectos de la DANA han dejado una huella devastadora en la Comunidad Valenciana y otras regiones de España, colapsando la infraestructura y dejando a miles de personas sin acceso a servicios básicos.

En Valencia y otras áreas, el agua ha inundado carreteras y viviendas, obligando a muchos a buscar refugio en los techos de sus casas o en zonas elevadas. También ha habido cortes de energía que afectan a más de 140,000 personas y han obligado a suspender servicios de transporte clave, como el tren de alta velocidad entre Madrid y Valencia.

Este evento se ha convertido en uno de los peores episodios de gota fría en la historia reciente de España, comparado incluso con las devastadoras inundaciones de 2019 en la comarca de Vega Baja.

La intensidad de esta DANA se atribuye en parte al aumento de las temperaturas del Mediterráneo, que ha alcanzado niveles récord en los últimos años. El climatólogo Jorge Olcina explica que estas temperaturas altas transfieren una gran cantidad de energía a las masas nubosas, generando tormentas de gran intensidad y lluvias torrenciales. De hecho, en tan solo unas horas, la DANA ha dejado precipitaciones de hasta 500 mm en algunas zonas, un nivel que rompe los récords históricos de la región.

Cambio climático

Por otra parte, el cambio climático parece ser un factor crucial en el incremento de la frecuencia y la intensidad de las DANAs. Según los expertos, los océanos y mares se están calentando a un ritmo sin precedentes, lo que genera condiciones atmosféricas inusualmente cálidas y húmedas. Este aumento de temperatura no solo afecta la frecuencia de las DANAs, sino que también amplifica su potencia destructiva.

Mar Gómez, asesora en meteorología de National Geographic España, ha explicado que, al incrementarse las temperaturas en la superficie del Mediterráneo, los contrastes de temperatura y humedad son cada vez más extremos.

Esto facilita que las DANAs, que podrían haber sido eventos moderados, se conviertan en fenómenos catastróficos. Además, la frecuencia de estas depresiones aisladas también está en aumento; si antes aparecían cada diez o quince años, ahora pueden surgir cada tres o cinco años.

Ante la severidad de la DANA actual, las autoridades españolas han implementado medidas de emergencia para reducir el impacto en las zonas afectadas. El Gobierno ha declarado tres días de luto oficial y ha comenzado a desplegar recursos estatales y fondos europeos para ayudar en la recuperación de las zonas dañadas.

En algunas áreas, como en la provincia de Cádiz, se han activado alertas rojas, y la Junta de Andalucía ha puesto en marcha el sistema ES-ALERT para advertir a la población de los riesgos y recomendarles que eviten desplazamientos.

El sistema de Protección Civil ha movilizado también medios aéreos, psicólogos, perros de rescate y equipos de bomberos en toda la región para rescatar a personas atrapadas y asistir en la reubicación de familias afectadas por las inundaciones. Pese a estos esfuerzos, las autoridades advierten que, debido a la magnitud de los daños, el proceso de recuperación será lento y exigente.

Imagen: VOST Comunitat Valenciana

Digna Irene Urrea

Digna Irene Urrea

Comunicadora social y periodista apasionada por las buenas historias, el periodismo literario y el lenguaje audiovisual. Aficionada a la tecnología, la ciencia y la historia.

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