Sam Altman, director ejecutivo de la empresa de inteligencia artificial OpenAI, ha sido acusado de abuso sexual por su hermana, Annie Altman. La acusación se hizo pública a través de una carta abierta firmada por la familia Altman, incluyendo a Sam, su madre y sus dos hermanos.
En la carta, la familia niega rotundamente las acusaciones y expresa preocupación por el bienestar de Annie, quien, según afirman, enfrenta problemas de salud mental.
“Annie ha hecho declaraciones completamente falsas e hirientes sobre nuestra familia, y especialmente sobre Sam”, dice la carta. “Nuestra familia ama a Annie y está muy preocupada por su bienestar. Cuidar a un miembro de la familia que enfrenta problemas de salud mental es increíblemente difícil”.
La familia describe los esfuerzos que han realizado para apoyar a Annie a lo largo de los años: “Le hemos brindado apoyo financiero mensual, pagado directamente sus facturas, cubierto su alquiler, ayudado a encontrar oportunidades de empleo, intentado obtener ayuda médica y ofrecido comprarle una casa”. A pesar de esto, aseguran que “Annie sigue exigiendo más dinero de nuestra parte”.
My sister has filed a lawsuit against me. Here is a statement from my mom, brothers, and me: pic.twitter.com/Nve0yokTSX
— Sam Altman (@sama) January 7, 2025
Según la denuncia de Annie, los abusos habrían ocurrido entre 1997 y 2006, comenzando cuando ella tenía apenas tres años. La carta no ofrece detalles específicos sobre las acusaciones, pero las califica como “completamente falsas” e “hirientes”. “La peor acusación que ha hecho es que Sam abusó sexualmente de ella cuando era niña”, señala el comunicado.
Además de la negación de las acusaciones, Sam Altman y su familia han optado por la transparencia, publicando la carta abierta. En ella, no solo defienden la inocencia de Sam, sino que también expresan su amor y preocupación por Annie.
Hasta el momento, Altman no ha anunciado medidas específicas más allá de la publicación de la carta. Se espera que colabore con la justicia en la investigación de las acusaciones y que se concentre en proteger su reputación y la de OpenAI.
Este escándalo pone a prueba el liderazgo de Altman en un momento clave para la compañía, con ChatGPT en expansión y la IA generativa en desarrollo.
El caso nos recuerda que detrás de las figuras públicas existen vidas privadas con sus propias complejidades. Ahora, el mundo observa con atención mientras la justicia intenta esclarecer la verdad y Sam Altman lucha por proteger su nombre y el futuro de su empresa.