La posible prohibición de TikTok en Estados Unidos está generando controversia. Con una ley aprobada por el Congreso y respaldada por la Corte Suprema, la popular aplicación de videos cortos enfrenta su posible salida del país el 19 de enero de 2025. Sin embargo, Donald Trump, presidente electo, ha prometido encontrar una solución para salvarla. ¿Cómo lo haría y qué obstáculos enfrenta?
Durante su primer mandato, Trump calificó a TikTok como una amenaza a la seguridad nacional debido a su vínculo con ByteDance, una empresa china. Según él, la aplicación podría ser utilizada para espiar o difundir desinformación en favor del Partido Comunista Chino. En 2020, intentó forzar su venta a empresas estadounidenses, aunque sin éxito.
En 2024, su perspectiva cambió. Trump utilizó TikTok como una herramienta clave de comunicación para su campaña electoral, destacando su alcance masivo entre los votantes más jóvenes. Ahora, como presidente electo, busca intervenir en su cierre inminente, afirmando que la plataforma fomenta la libre expresión y que su prohibición beneficiaría a competidores como Facebook, a quienes ha señalado como enemigos políticos.
Trump tiene varias alternativas para evitar el cierre de TikTok. Una opción sería negociar con ByteDance para extender el plazo más allá del 19 de enero, lo que daría tiempo adicional para encontrar un comprador estadounidense y permitiría que la aplicación siga operando mientras se define su futuro. Otra posibilidad sería facilitar una venta rápida, acelerando negociaciones con interesados como Frank McCourt y su grupo Project Liberty, que ya han mostrado disposición para adquirir la plataforma.
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Una alternativa más controvertida sería ignorar temporalmente la ley, instruyendo a su administración que no aplique de inmediato las sanciones establecidas. Sin embargo, esta medida sería altamente riesgosa, ya que podría provocar un enfrentamiento con el Congreso y plantear dudas sobre el respeto al estado de derecho. Cada una de estas opciones tiene implicaciones políticas y legales que Trump deberá considerar cuidadosamente.
A pesar de sus intenciones, Trump enfrenta un entorno político complicado. La ley que prohíbe TikTok recibió un amplio respaldo bipartidista, con 79 votos a favor en el Senado y 360 en la Cámara de Representantes. Esto refleja el consenso en Washington sobre los riesgos de seguridad asociados a la plataforma.
Además, los legisladores más conservadores han expresado dudas sobre las verdaderas intenciones de Trump. Algunos senadores como Marco Rubio y Chuck Grassley apoyan la prohibición total o una venta definitiva, mientras que otros, como Ted Cruz, han optado por esperar a ver qué propone el presidente electo.
¿Es posible salvar TikTok?
La promesa de Trump de “salvar” TikTok genera incertidumbre. Algunos analistas creen que su enfoque podría estar motivado por intereses políticos y personales, más que por un compromiso con la seguridad nacional o la libertad de expresión. Por ejemplo, al destacar las métricas de alcance de TikTok, Trump parece más interesado en preservar una herramienta útil para su estrategia de comunicación.
Sin embargo, expertos legales como Carl Tobias sugieren que Trump podría encontrar formas creativas de cumplir su promesa, aunque estas podrían enfrentar desafíos legales y políticos. La pregunta es si estas acciones serían sostenibles a largo plazo o si simplemente retrasarían lo inevitable.
El futuro de TikTok en Estados Unidos sigue siendo incierto. Si Trump logra negociar una solución, ya sea mediante la venta o la renegociación con ByteDance, podría presentarse como el salvador de una plataforma utilizada por 170 millones de estadounidenses. No obstante, el tiempo es limitado, y cualquier decisión deberá enfrentarse a un Congreso que ya ha tomado una posición firme.
Por ahora, TikTok y sus millones de usuarios están en un limbo, esperando si la promesa de Trump es viable o si el cierre será inevitable.
Imagen: Archivo ENTER.CO
