La reciente imposición de aranceles por parte de Donald Trump a productos provenientes de China, que alcanza el 10%, ha generado gran preocupación en la industria de los videojuegos.
Muchos componentes clave de consolas y periféricos de videojuegos, como la PlayStation, Xbox y Nintendo Switch, se fabrican en China, por lo que esta medida podría generar un aumento en los costos de fabricación. Esto, a su vez, podría traducirse en precios más altos para los consumidores, quienes verían un incremento en el costo de sus consolas y juegos favoritos.
La Entertainment Software Association (ESA), que representa a grandes compañías como Microsoft, Sony y Nintendo, ha expresado su preocupación por el impacto que estos aranceles tendrían sobre el crecimiento de la industria del gaming en EE. UU. En un comunicado, esta asociación señaló que los videojuegos son una de las formas de entretenimiento más populares en el país y que los aranceles afectarían negativamente a millones de jugadores estadounidenses.
El sector, que depende de una cadena de suministro global, podría verse forzado a absorber parte de estos costos adicionales, pero lo más probable es que algunos de ellos se trasladen a los consumidores finales.
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Impacto en los precios de los dispositivos gaming
El impacto podría no solo verse reflejado en el precio de las consolas, sino también en otros dispositivos clave, como los controles, teclados, tarjetas gráficas y accesorios de gaming, que también se fabrican en China. La industria se mantiene a la expectativa, esperando que las negociaciones logren frenar estos aranceles y evitar una crisis que podría perjudicar tanto a los fabricantes como a los jugadores de todo el mundo.
Los analistas han estado discutiendo el impacto potencial de los aranceles en la industria a medida que la situación ha evolucionado. En X, el analista senior de MST Financial, David Gibson, comentó que el arancel a China tendría un impacto “cero” en el Nintendo Switch 2 en Estados Unidos, pero advirtió que los aranceles a Vietnam podrían cambiar esa predicción.
Esta incertidumbre sobre cómo se desarrollarán los aranceles en el futuro mantiene alerta a la industria, ya que podría afectar aún más la producción y los precios de las consolas de videojuegos.
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