La difusión de un video en el que se muestra la conversación entre dos inteligencias artificiales ha generado una mezcla de fascinación y miedo.
Los asistentes IA empiezan a interactuar normalmente, pero luego cambian a un lenguaje técnico llamado enlace Gibber, el cual se basa en sonidos que permiten comunicarse de forma más eficiente; pero que dejaría a las personas completamente fuera de la conversación.
Una de las voces sintéticas, que actúa como representante de un cliente, pregunta a otra, el asistente virtual de un hotel, sobre la disponibilidad para bodas. Al darse cuenta de que ambos son sistemas de IA, el del hotel sugiere cambiar a “modo GibberLink” para mejorar la eficiencia de la comunicación.
A continuación, tanto el computador como el celular empiezan a emitir sonidos que recuerdan los pitidos de un módem de los años 90, aunque mucho más rápidos, o los ruidos de los droides de Star Wars.
El uso de este sistema, diseñado para transmitir datos rápidamente, introduce una complejidad inesperada. Su eficiencia es tal que se vuelve casi imposible de entender para los seres humanos. Permite que los dispositivos se comuniquen entre sí sin intervención humana, lo que genera preocupación sobre el control que tenemos sobre la tecnología.
Aunque este avance podría parecer solo una curiosidad tecnológica, ha generado preocupación en la comunidad digital. Muchos temen que este tipo de comunicación autónoma entre máquinas sea el comienzo de una posible pérdida de control sobre la tecnología.
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El hecho de que las máquinas se comuniquen en un lenguaje autónomo plantea serias dudas sobre el futuro de la inteligencia artificial. Si las IA comienzan a operar sin supervisión humana, podría resultar difícil entender sus decisiones. Este avance podría abrir la puerta a una era en la que las máquinas tomen decisiones sin ser cuestionadas, lo que genera un sentimiento de vulnerabilidad. Los humanos, hasta ahora los creadores y controladores, podrían quedar al margen.
Este tipo de comunicación entre dispositivos, refleja un cambio hacia una mayor autonomía de los sistemas de IA, y si logran la capacidad de comunicarse en un idioma que los humanos no comprendemos, podríamos enfrentarnos a situaciones impredecibles.
¿Qué opinan los expertos en inteligencia artificial?
Los expertos en inteligencia artificial advierten sobre los riesgos del uso de sistemas como el enlace Gibber. Aunque mejora la comunicación entre máquinas, su naturaleza difícil de entender para los humanos genera preocupación. Además, la capacidad de las máquinas para interactuar sin intervención humana subraya la necesidad de regular más estrictamente el desarrollo de estas tecnologías.
Las inquietudes crecen al considerar que la comunicación autónoma entre máquinas podría generar situaciones fuera de nuestro control, donde las decisiones de las IA no sean claras y comprensibles para nosotros.
Imagen: Captura de video en X
