Cuando alguien menciona blockchain, lo primero que viene a la mente suelen ser las criptomonedas. Pero reducir esta tecnología solo a ese uso es un error. Blockchain es una herramienta con el poder de transformar sectores tan diversos como la política, la agricultura y la salud. Su capacidad para garantizar transparencia, seguridad y trazabilidad la convierte en un recurso valioso en la lucha contra la corrupción y en la modernización de procesos clave. Fernando Molina, experto en el tema y organizador de la Panamá Blockchain Week 2025, nos explica cómo Colombia está empezando a aprovechar esta tecnológica.
Molina, quien lleva más de una década inmerso en el ecosistema blockchain, enfatiza que esta tecnología no solo se trata de criptomonedas. “Blockchain es una base de datos descentralizada, inmutable y transparente. Cualquier dato que se registre en blockchain no puede modificarse sin dejar rastro, lo que lo convierte en una herramienta ideal para la trazabilidad y la seguridad en distintos sectores”, explica.
Desde su creación con Bitcoin en 2009, blockchain ha evolucionado para ofrecer soluciones en áreas como la gestión pública, el agro, la salud y hasta el sistema electoral. En Colombia, el interés por esta tecnología ha crecido de manera significativa, impulsado por la necesidad de combatir la corrupción y mejorar la eficiencia de los procesos administrativos.
¿Cómo funciona en otros sectores?
Uno de los sectores donde blockchain podría generar un impacto más profundo es el sistema electoral. En palabras de Molina, “la tecnología para votar desde casa de manera segura y transparente ya existe. El problema es que los gobiernos tienen que decidir si quieren implementarla o no”. Un sistema de votación basado en blockchain podría eliminar el fraude electoral y acelerar los resultados, ya que el conteo sería instantáneo y verificable por cualquier ciudadano.
También se está explorando su uso en la gestión pública. Al aplicar blockchain en el manejo de presupuestos gubernamentales, se podría garantizar la trazabilidad de cada peso gastado, reduciendo el margen de corrupción. “Si se registra cada transacción en blockchain, no hay forma de ocultar gastos ni de desviar fondos”, señala Molina.
El sector agrícola colombiano también podría beneficiarse enormemente de esta tecnología. Una de las principales aplicaciones es la trazabilidad de productos. “Gracias a blockchain, un consumidor podría verificar de dónde viene su café, si realmente es de origen colombiano y si ha seguido un proceso sostenible desde la finca hasta su taza”, explica el experto. Esto no solo añade valor a los productos locales, sino que también protege a los agricultores al evitar que intermediarios reduzcan sus ganancias.
Además, blockchain permite nuevas formas de financiamiento a través de la tokenización de cosechas. En este modelo, los agricultores pueden convertir su producción futura en tokens digitales y venderlos a inversores antes de la cosecha, lo que les permite acceder a capital sin depender de créditos bancarios tradicionales. Esta innovación ya se ha implementado en pequeñas cooperativas cafeteras en Colombia, permitiendo una mayor inclusión financiera para los productores.
No todos quieren esta tecnología ¿Por qué?
A pesar de sus beneficios, blockchain enfrenta importantes desafíos para su adopción masiva en Colombia. “El principal reto es la educación. La gente teme lo desconocido y muchas veces caen en estafas porque no tienen suficiente información”, comenta Molina. Existen numerosos casos de esquemas piramidales que han empañado la reputación de la tecnología, por lo que es fundamental promover programas de educación financiera y tecnológica.
Otro obstáculo es la regulación. Aunque algunos países han avanzado en leyes para dar un marco legal a las aplicaciones de blockchain, en Colombia todavía hay incertidumbre sobre cómo se regulará su uso. “Necesitamos regulaciones claras que protejan al usuario sin frenar la innovación”, destaca Molina.
Ahora bien, el panorama de blockchain en Colombia es prometedor. La tecnología ya está siendo adoptada en sectores clave y el interés por parte del sector privado sigue creciendo. Eventos como Panamá Blockchain Week buscan impulsar la discusión y la colaboración regional para acelerar la adopción de esta tecnología.
“Colombia tiene un enorme potencial para convertirse en un líder en blockchain en Latinoamérica, pero es fundamental que haya un compromiso tanto del sector público como del privado para que esto suceda”, concluye Molina.
A medida que el ecosistema blockchain evoluciona, queda claro que su impacto va mucho más allá de las criptomonedas. Esta tecnología podría ser la clave para una sociedad más transparente, eficiente y justa. La pregunta no es si esta tecnología transformará a Colombia, sino cuán pronto estaremos listos para aprovechar su verdadero potencial.
Imagen: Khanchit Khirisutchalual