Instagram y Facebook usarán tus datos para entrenar su IA, ¿cómo evitarlo y por qué no es tan simple?

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Meta comenzó a utilizar los datos públicos de los usuarios de Facebook e Instagram para alimentar sus sistemas de inteligencia artificial; aunque ofrece una vía para oponerse, el proceso es complejo, y sus límites, difusos.

Meta, la empresa detrás de Facebook, Instagram y WhatsApp, ha reactivado una práctica polémica; usar las publicaciones, fotos y comentarios de sus usuarios para entrenar inteligencia artificial.

La decisión marca un giro importante en el equilibrio entre innovación tecnológica y privacidad digital. Meta asegura que cumple con el Reglamento General de Protección de Datos (RGPD), pero la manera en que se comunica con los usuarios, y los obstáculos que impone para que se opongan, deja espacio para la crítica.

El anuncio, discreto y enterrado en los menús de configuración, plantea una realidad incómoda, pues si no haces nada, tu contenido se convierte en materia prima para algoritmos que no controlas. No hay pagos, beneficios directos ni consentimiento explícito. Solo un aviso escondido.

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La recolección incluye publicaciones, comentarios, imágenes, videos, nombres de usuario y actividad en funciones de IA. Todo, siempre que la cuenta sea pública y el usuario tenga más de 18 años. No se incluyen mensajes privados, a menos que interactúes con asistentes automáticos.

Meta permite oponerse al uso de esta información, pero exige que el usuario navegue por varios menús para encontrar un formulario. Lo debe completar con su correo electrónico y enviarlo. Luego llega una confirmación, y en teoría, se bloquea el uso de esos datos.

¿Cómo negarme a esta práctica?

En Facebook, se accede desde el menú > configuración y privacidad > centro de privacidad. En Instagram, hay que ir a configuración > centro de privacidad. En ambas, hay un párrafo con la palabra “oponerte” destacada en azul. Ahí comienza el trámite.

Pero incluso si lo haces, Meta deja claro que podría seguir usando parte de tu información. Si apareces en la foto o video de otro usuario público, ese contenido podría alimentar los modelos de IA, aunque tú hayas optado por salir del sistema.

Este detalle plantea un dilema profundo, ¿realmente tenemos control sobre nuestros datos cuando dependemos de plataformas donde otros también pueden compartir información sobre nosotros?

El diseño del proceso para oponerse —escondido, poco intuitivo, fragmentado— parece cumplir con las normas europeas, pero se aleja del espíritu de transparencia. Es legal, sí, pero no necesariamente justo para el usuario promedio.

Más que una opción, la negativa se convierte en una carrera de obstáculos que muchos no lograrán completar. Y eso no es accidental. Mientras más difícil sea oponerse, más datos tendrá Meta para afinar sus algoritmos.

La expansión de esta política a Europa es un experimento legal y ético. Meta avanza en su estrategia de IA sin enfrentarse, por ahora, a los reguladores. Y los usuarios, como siempre, quedan atrapados entre la innovación y la opacidad.

Imagen: Archivo ENTER.CO

Digna Irene Urrea

Digna Irene Urrea

Comunicadora social y periodista apasionada por las buenas historias, el periodismo literario y el lenguaje audiovisual. Aficionada a la tecnología, la ciencia y la historia.

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