REDACCIÓN TECNOLOGÍA
Un concepto solicitado por la ministra de Comunicaciones, María del Rosario Guerra, a la Dirección de Impuestos y Aduanas Nacionales (DIAN) promete generar polémica en el negocio de la televisión por suscripción.
De acuerdo con el documento, los ingresos percibidos en los canales internacionales, por cuenta de los contratos firmados con un anunciante nacional para emitir su publicidad en el país, están sujetos al pago de la retención en la fuente en Colombia. Además, señala la Dian, las empresas que difunden mensajes publicitarios en el país de forma permanente se encuentran obligadas a cumplir con obligaciones fiscales como la de inscribirse en el Registro Único Tributario, presentar declaraciones y pagar los impuestos correspondientes, directamente o a través de sus representantes.
Para el Ministerio de Comunicaciones es claro que los responsables de estas obligaciones fiscales son los operadores de TV por cable y satélite. Al respecto, Margarita Giraldo, gerente nacional de Lamac (el gremio que agrupa a 43 de los principales canales internacionales que se emiten en el país), aseguró que todos sus afiliados están cumpliendo con las obligaciones fiscales establecidas por Colombia y señaló que las declaraciones del ministerio y el concepto de la Dian van dirigidos a aquellos canales extranjeros que todavía no están cumpliendo con la ley.
Se estima que los canales internacionales están facturando hoy unos 20 millones de dólares anuales en Colombia. RCN y Caracol De otra parte, la Ministra de Comunicaciones le salió ayer al paso a una carta enviada por los canales privados RCN y Caracol a la Comisión Nacional de Televisión (CNTV) en la que indican que el Gobierno Nacional debería revaluar la llamada convergencia tecnológica porque fomenta “situaciones que generan desigualdad y conductas anticompetitivas”.
En la misiva, enviada a principios de este mes, RCN y Caracol expresaron su preocupación por la posibilidad de que en el futuro la tecnología permita transmitir canales de televisión por Internet con la misma calidad de un canal cerrado, “sin requerir de una autorización estatal y sin necesidad de cumplir con requisitos económicos y de contenido para emitir sus señales de TV, accediendo, eso sí, al mismo mercado publicitario por el cual los operadores abiertos cancelaron cuantiosas sumas”.
Al respecto, la ministra Guerra fue clara al señalar ayer que “atribuirme la facultad de revaluar el fenómeno de la convergencia es poco lógico y raya en lo absurdo”. “Llama la atención que después de tantos años de evoluciones tecnológicas y de consolidación del fenómeno convergente, todavía tenga que aclararse que la convergencia no es una decisión política, ni regulatoria que se anuncie y pueda revaluarse”, dijo la funcionaria.
“La convergencia es el resultado de una evolución tecnológica imprevisible e irresistible que se impuso a los modelos tradicionales de prestación de los servicios de telecomunicaciones y que exige, por sí misma, no porque alguien así lo anuncie, un marco regulatorio más acorde que dé vía libre a su desarrollo y fortalecimiento”, agregó Guerra durante su intervención en un congreso sobre regulación y competencia en materia de TV.
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