En una carta pública, el presidente de la empresa Apple, Steve Jobs, dijo que está en un tratamiento para solucionar un desequilibrio hormonal que le está haciendo perder peso, pero aclaró que continuará al frente de la compañía.
En las últimas semanas habían surgido muchas especulaciones sobre la salud de Jobs, quien cada vez se ve más delgado, debido especialmente al anuncio de que, por primera vez desde 1997, él no dictará la conferencia de apertura de la feria Macworld, que Apple realiza cada enero en San Francisco (E.U.), y que en su versión 2009 empieza el martes 6 de enero.
Las dudas sobre la salud de Jobs incluso habían opacado la habitual avalancha de rumores sobre qué productos lanzará Apple en su certamen anual, tema sobre el cual esa compañía guarda un silencio hermético. Uno de esos rumores, citado por el diario inglés The Daily Telegraph, es que Apple lanzaría una versión mejorada del teléfono inteligente iPhone, o posiblemente un iPhone Nano (una versión más pequeña de ese celular).
El alma de la empresa
La salud de Jobs, quien sobrevivió a un cáncer de páncreas hace unos años, preocupa mucho a los analistas de la industria y a los accionistas de Apple, quienes son conscientes de que a Jobs se le debe en buena medida la estabilidad financiera de la empresa y el éxito que tienen en el mercado productos como el teléfono iPhone y el reproductor de música y video iPod.
En su carta pública, Jobs dijo: “He venido perdiendo peso durante el 2008. La razón ha sido un misterio para mí y mis doctores (…) Afortunadamente, después de unas pruebas adicionales, mis doctores concluyeron que la causa es un desequilibrio hormonal que le roba proteínas a mi cuerpo (…) El remedio para este problema nutricional es simple, y ya comencé el tratamiento”.
Jobs agregó en la carta que “durante mi recuperación, continuaré como presidente de Apple”.
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