Así lo documenta el diario El País de España, tras explicar que la empresa de telefonía francesa decidió mover el número telefónico de la familia González-Bello, sin previo aviso.
El fallo obliga a France Telecom a pagar 6.100 euros (unos 19,3 millones de pesos) por los daños morales ocasionados a dicho hogar.
Gracias a la libre competencia y a la norma de portabilidad numérica, en España los operadores pueden quitarse entre sí los clientes, sin que estos pierdan su número, pero sí obteniendo mejores beneficios (más minutos, o más capacidad de navegación), para incentivar así mejores condiciones de mercado.
Precisamente, en diciembre del 2005, la empresa de Internet Wanadoo, filial de France Telecom, traspasó a su sistema el servicio de Internet de la familia González-Bello, que tenían el plan contratado con Telefónica.
Sin embargo los usuarios se reusaron a ello y pidieron a la empresa que les restituyera su servicio a su antiguo operador. Fueron meses de cartas, llamadas, faxes y demás procesos hasta una demanda que falló a su favor.
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