Ninguna empresa que vaya por buen camino cambia al presidente cinco veces en cinco años. Y aunque esta vez el cambio no fue porque las cosas estuvieran saliendo especialmente mal -sino porque Scott Thompson, el saliente CEO, mintió en su hoja de vida-, lo ocurrido es sintomático de lo mal que están las cosas en la que, hace años, fue una de las compañías bandera del mundo de Internet.
Thompson tenía el objetivo de hacer que Yahoo! volviera a ser una empresa exitosa. Esperaba lograrlo por medio de una cirugía agresiva y profunda, en la que quería sacar de la compañía todo lo que no representara beneficios y optimizar lo que sí era buen negocio. En los cinco meses que estuvo en el cargo, pudo mostrar los primeros resultados: los números de Yahoo!, aun cuando palidecen frente a otras firmas de Internet, habían superado las expectativas del mercado.
Pero no todos los analistas son optimistas. Charles Arthur, editor de tecnología de The Guardian, cita a otros expertos que afirman que Yahoo! está entrando en el ‘espiral de la muerte’: el plan de restructuración presentado por Thompson hace que “los ingresos caigan, igual que los costos incluyendo la nómina, lo que causa que los ingresos caigan, y así sucesivamente”.
De todos modos, no se puede decir que Yahoo! esté muerta. Todavía tiene un tráfico importante y activos valiosos, como el 40% de Alibaba, el directorio de proveedores más grande del mundo. Sin embargo, los observadores del mundo tecnológico coinciden en que la compañía atraviesa un conflicto de identidad. “¿Qué es lo que hace Yahoo! mejor que nadie?”, se pregunta Arthur.
El problema, a juicio de Arthur, es que no hay un negocio en el que Yahoo! no tenga un competidor más fuerte que él. Google, Facebook y Twitter son, todos ellos, líderes de sectores en los que la Y! tiene negocios, lo que llevó a que se diluyera el liderazgo que tuvo en el pasado. Hasta Flickr, su popular servicio de fotos, “es más pequeño que el de Facebook, y Google+ está comenzando a llevarse a los fotógrafos”.
Si Yahoo! tiene suerte, encontrar esa nueva mina de oro será el resultado de un largo proceso de transformación de la compañía. Un proceso que debería comenzar con solucionar el futuro inmediato: aunque se han oído versiones de que Ross Levinsohn, CEO interino, podría tomar el cargo definitivamente, no hay claridad al respecto. Además, varios medios indican que la junta directiva quedó maltrecha tras la polémica, por lo que una tarea urgente para Levinsohn es calmar las aguas allí para poder comenzar a remar.
Sea quien sea el nuevo capitán de Yahoo!, tendrá a su cargo un barco que navega en aguas turbulentas. A juicio de varios observadores, Thompson le legó a la compañía el camino a seguir. Colin Gillis, un analista de BGC Partners en New York, le dijo a Bloomberg que “el reto es similar al que enfrentaba” el saliente presidente. “Pero al menos hay un plan de acción muy claro”, añadió el experto.
Yahoo ! debería cambiarse el nombre a Ouch !
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