Levanten la mano todos los que tengan una política bien definida para realizar copias de respaldo de la información que se encuentra almacenada en sus computadores¿ A ver, a ver¿ sin miedo¿ ¿Nadie más? No veo muchas manos levantadas¿
Nadie sabe lo que tiene hasta que lo pierde¿ (levanten la mano los que hayan escuchad alguna vez esta frase¿ bien, vamos mejorando). Y en el caso de la información, uno de los patrimonios más importantes de cada ser humano, de las sociedades y del mundo, las sensaciones de impotencia y frustración cuando esta desaparece son indescriptibles.
Si todos ustedes son tan sicorrígidos como yo, en su archivo documental seguramente reposan fotocopias de su documento de identidad, licencia de conducir, carné de la EPS y la medicina prepagada¿ cualquier registro que ante la ausencia del documento original al menos les permita responder con precisión cuál es el número de su pasaporte, cuando un funcionario público les diga: ¿No, el mismo de la cédula no¿ el número de la libreta¿. A ver¿ levanten la mano los que tengan copias de todos estos documentos¿ Vaya, son menos de los que esperaba.
Pues bien, a pesar de cierta paranoia que me ataca de vez en cuando, debo confesar que tampoco soy el más juicioso para actualizar las copias de respaldo de mis archivos digitales, a pesar de que es una labor muy sencilla, que incluso basta programar una vez. Por eso, los invito a que todos nos volvamos un poco más responsables con esta tarea.
Usualmente, los sistemas operativos tienen herramientas básicas para hacer backups de la información. También se pueden descargar programas de Internet, de todos los precios, tamaños y características (mi sitio preferido para buscar software es Download.com ¿www.download.com¿).
Hacer una copia de seguridad es fácil. Casi todos los programas ofrecen un mecanismo manual, de manera que cada vez que usted desea hacer un backup simplemente le dice al sistema qué información quiere duplicar y dónde desea almacenar las copias.
Lo mejor es tener un medio de almacenamiento (un disco duro adicional o uno externo) dedicado a esta tarea. Bien almacenados, los DVD o CD también son una alternativa interesante.
Si le da pereza realizar este proceso cada vez, puede programar la tarea, de manera que usted solo necesita decirle una vez al sistema qué quiere guardar y dónde, e indicarle cada cuánto debe hacerlo: ¿cada semana, cada mes, cada día? Eso depende de cuán frecuentemente modifique sustancialmente los datos en su PC.
Si la pereza lo sigue deteniendo, tenga en cuenta que las copias de seguridad también pueden ser incrementales. Esto significa que usted no tendrá que duplicar toda la información de su equipo cada vez que las realice, sino que podrá decirle al programa: ¿copie solo las cosas nuevas o las que hayan cambiado¿. Seguramente su primer backup será largo, pero de ahí en adelante todo será más sencillo.
Y si todavía tiene dudas sobre la utilidad de este procedimiento, imagínese qué podría pasar el día que usted se levante y, por algún motivo, su disco duro falle y la información almacenada en él se pierda de forma permanente¿ Levanten la mano a los que les gustaría que esto les pasara¿ Qué bien, no veo una sola mano levantada¿
¿Les parece si nos ponemos juiciosos y vamos ahora mismo a hacer una copia de seguridad de nuestra información?
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