Pierda la memoria, pero no su privacidad

JAVIER MÉNDEZ
EDITOR DE TECNOLOGÍA

Todo el mundo carga hoy en día en su bolsillo una memoria USB repleta de archivos, entre los que se cuentan muchos que su dueño no desearía ver en manos ajenas: un archivo de Word con la propuesta de compra de su empresa, una hoja de cálculo con datos financieros confidenciales, una factura electrónica que incluye los números de su tarjeta de crédito, el mensaje lujurioso que le envió alguien de la oficina, las fotos o videos comprometedores del paseo del fin de semana¿

Las memorias USB cada vez ofrecen más capacidad para guardar archivos y se pueden revisar en cualquier computador, pero esas ventajas actúan en su contra si usted pierde la memoria o deja que se la roben. Sus datos privados quedan expuestos con mucha facilidad.

¿Cómo protegerse? El primer anillo de seguridad es tan simple que es increíble que la gente no lo use: consiste en poner una contraseña decente a los documentos importantes. Office permite asignar una clave a los documentos de Word, Excel, PowerPoint, etc., y el procedimiento no es complejo: abra el archivo que va a resguardar, dé clic en el menú Herramientas, seleccione Opciones, dé clic en la pestaña Seguridad y establezca la contraseña.

Solo tenga en cuenta que no todas las claves son confiables. En Internet se consiguen programas capaces de violar las contraseñas más débiles (password crackers), por ejemplo, las que están formadas por palabras reales o las que tienen cinco, cuatro o menos caracteres. Para que sea sólida, cree la contraseña con 10, 12 o más caracteres, no use palabras reales e incluya algunos símbolos (como asteriscos).

Otra medida ¿adicional a la primera¿ es comprar una memoria de buena marca que ofrezca software de protección; algunas traen un programa que impide ver el contenido de la USB a menos que se conozca una contraseña. Ese software hace que tome un poco más de tiempo ¿abrir¿ la memoria, pero usted puede activar la contraseña solo cuando transporte datos importantes.

Un tercer sistema, en el que más confío, es comprar un programa de encriptación de archivos. Yo uso Steganos Safe, un software alemán que se vende por Internet (cuesta 50 dólares). Este producto le deja crear una especie de ¿caja fuerte virtual¿ en la memoria USB, para guardar allí los archivos confidenciales.

Los archivos que se introducen en la caja fuerte solo los puede ver quien conoce la contraseña, y si esta es suficientemente larga, es imposible abrir la caja incluso con password crackers y computadores de altísimo poder, gracias a que ese software emplea uno de los sistemas de cifrado más potentes del mundo.

En realidad nunca cargo nada tan valioso o comprometedor en mis USB, pero compré este software porque me permite crear las mismas ¿cajas fuertes¿ ¿de varios GB de tamaño¿ en el computador portátil y en los discos duros externos que empleo para sacar copias de seguridad. Uno duerme más tranquilo cuando sus datos están protegidos contra todo mal.

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