La inversión en infraestructura tradicionalmente ha sido uno de los mayores gastos en inversión de IT. El costo de montar un centro de datos siempre ha sido muy alto. Hay que refrigerar el espacio, comprar los servidores y después hacer el cableado necesario. Eso, además, genera un costo posterior, como el mantenimiento y la actualización de las aplicaciones.
Para las juntas directivas siempre ha sido un reto entender que los gastos de tecnología no son plata quemada, sino una inversión. Además, la planeación de este tipo de gastos siempre ha sido complicada; es difícil calcular cuanta plata se necesita para el mantenimiento, repuestos y demás.
Todas estas razones hacen que la IaaS (Infrastructure as a Service) se haya convertido en una solución práctica y eficiente para las empresas. Las empresas pueden dedicar más recursos a su negocio y no tienen que desgastarse en montar una solución de tecnología. Además, es más fácil planear y presupuestar los costos asociados con un servicio. Sin embargo, a medida que la IaaS ha ganado protagonismo, ya son varias las empresas que están ofreciendo esta clase de servicios. Amazon ha sido líder con su solución Elastic Compute Cloud (EC2) mientras que gigantes como Microsoft, Google, HP e IBM buscan quitarle una parte del ponqué.
Para las grandes empresas, IaaS es un tema relativamente nuevo. Según Computer World, hay que tener en cuenta varias cosas a la hora de escoger el proveedor y la solución de IaaS.
Lo primero que hay que tener en cuenta son las diferentes opciones de computación. La publicación menciona que los proveedores de IaaS van a darle todas las opciones posibles y van a permitir que ejecute cualquier solución en la nube, pero hay que tratar de escoger soluciones preestablecidas. Por ejemplo, en vez de configurar una base de datos propia, puede escoger una que ya está configurada y se va a ahorrar todo el tiempo y el costo de una configuración propia. Además, vale la pena tener la posibilidad de escalar la solución en función de las necesidades del negocio.
También hay que tener en cuenta los diferentes tipos de almacenamiento. Si tiene necesidad de tener la información al instante y sus aplicaciones dependen del rendimiento, es mejor escoger un almacenamiento más rápido, pero más costoso. Por otro lado, si necesita mucho almacenamiento pero es menos sensible a la velocidad, puede optar por tipo de almacenamiento, más lento pero menos caro.
Por último, es coherente escoger bases de datos y aplicaciones para desarrollo que estén soportadas por el IaaS. No tiene sentido intentar armar el rompecabezas sin la mitad de las piezas.