Por Javier Méndez
Las empresas de tecnología siguen buscando la piedra filosofal que les permita mezclar hardware y software en las cantidades correctas para transmutar un nuevo dispositivo en el oro de la era digital. El esquivo metal precioso de hoy es un aparato móvil fácil de cargar pero poderoso, compatible con muchos programas, que permita navegar por la Red sin limitaciones y que al masificarse se convierta en el principal portal de los usuarios para acceder a Internet.
Un aparato de ese estilo es necesario como complemento del PC de escritorio, que seguirá existiendo, pero que ya no puede reinar solo en una época ¿Internet-céntrica¿ en la que la gente necesita succionar el contenido y los servicios de la Red en todo momento y lugar.
Se podría pensar que ese equipo ya existe, que es el computador portátil, ya que ninguna máquina es más capaz que un PC móvil cuando se trata de explorar Internet. Es rápido, tiene miles de aplicaciones disponibles y su pantalla y teclado son cómodos. El problema es que los portátiles son demasiado grandes como para que la gente los lleve siempre consigo.
Por eso, hace dos años Intel, Microsoft y otras compañías crearon un nuevo dispositivo llamado Ultra Mobile PC (UMPC). Este combina el poder del PC con la movilidad de un teléfono, aunque en un cuerpo más grande, y está basado en Windows. Sin embargo, no ha pegado, en buena medida porque llegó al mercado con un precio cercano a los 1.000 dólares, demasiado en una época en la que un portátil decente cuesta la mitad.
En los dos últimos años, además, se ha venido posicionando otro dispositivo, el teléfono inteligente, que tiene una ventaja enorme sobre cualquier rival: uno de cada dos habitantes del planeta ya tiene un celular en el bolsillo, así que solo es cuestión de tiempo para que esos celulares sencillos sean remplazados por smartphones. Ese solo hecho podría convertirlo fácilmente en el aparato móvil más usado en el mundo para tener acceso a Internet.
El smartphone es tan pequeño que cabe en un bolsillo, cada vez puede realizar más funciones (es teléfono, videocámara, grabadora de voz, cámara de fotografía, reproductor de música, etc.), permite leer y editar documentos de Office y su precio no es exagerado.
Sin embargo, tiene varias debilidades: su pantalla es muy pequeña, no utiliza el mismo software de un PC, es difícil escribir o editar documentos y su navegador suele ser caprichoso y limitado (excluyo el del iPhone, que es sobresaliente).
Un nuevo candidato
Como el teléfono inteligente es un buen prospecto, pero no es perfecto, las empresas de tecnología siguen probando, y el mes siguiente llegará al mercado (inicialmente el asiático) su nuevo embrión, el Mobile Internet Device (MID), promovido por Intel y cerca de 25 fabricantes de hardware.
El MID trabaja con el nuevo procesador Atom de Intel, que tiene dos grandes cualidades: es barato y consume muy poca energía (un par de vatios, frente a los 35 de un chip para portátil común). Obviamente, eso lo hace más lento; se calcula que ofrecerá el desempeño de un procesador para portátil de hace unos cuatro años, según The New York Times.
El MID es principalmente lo que su nombre indica: un dispositivo móvil para Internet. Ofrece capacidades multimedia superiores a las de un teléfono inteligente, una pantalla más grande, un teclado integrado, comunicaciones inalámbricas Wi-Fi (y en algunos modelos WiMax) y es compatible con el software de los PC (viene en sabores Windows y Linux). Costará entre 400 y 600 dólares, el mismo rango de los teléfonos de gama alta.
Pero tiene una falla: no permite realizar llamadas telefónicas, al menos por ahora. Los directivos de Intel no creen que sea un defecto grave. Opino lo contrario; me parece que cada vez menos usuarios aceptarán cargar más de un dispositivo.
Por eso creo que el teléfono inteligente, aunque todavía en su niñez, sigue siendo el candidato más fuerte. Actualmente uso tres y todos me gustan, pero ninguno tiene todo lo que necesito. Si fueran como un lego, armaría uno que combine sus virtudes: las soberbias capacidades multimedia del Nokia N73, la facilidad de uso y el poderoso navegador del iPhone y el teclado integrado y la herencia Windows del MotoQ.
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