Jaime E. Dueñas M.
Cuando estaba en el colegio me enseñaron algunas nociones básicas de economía, según las cuales cuando había abundancia de un producto, su precio bajaba.
Así, cuando había cosecha de chontaduro, las bolsitas del producto (delicioso, cocinado en agua de panela y condimentado con sal) que vendían por la calle bajaban a mitad de precio. Lo mismo sucedía con la guanábana, el banano, la chirimoya, el anón, el aguacate y la guama¿
Hoy, sin embargo, no termino de entender por qué esta regla solo se aplica en ciertos mercados, mientras que en otros su cumplimiento es más bien relativo. Es el caso de las telecomunicaciones.
Según las últimas cifras reveladas, en Colombia ya hay como 30 millones de usuarios de telefonía celular (y la cifra siempre ha estado en alza), mientras que los de telefonía fija no llegan a los 8 millones (con una estabilidad que tiende a la baja).
En otras palabras, el número de usuarios de teléfono celular triplica al de usuarios de teléfono fijo; sin embargo, hoy día me sigue saliendo más caro llamar por celular (incluso a otro número de la misma compañía) que llamar de un fijo a otro.
Claro¿ según el operador y el plan que se escoja, uno puede hacer llamadas por celular mucho más baratas que a través de las líneas tradicionales, pero eso depende del plan, de la empresa, de la hora, del número¿ un asunto que nos complica la vida a los usuarios.
Yo sé que desde el teléfono de mi casa puedo llamar a cualquier otro operador de telefonía fija de la misma ciudad y el precio de la llamada es exactamente el mismo, no importa si el destino de la llamada es ETB, Telecom, EPM o Libre. Además, sé que pago la misma cifra cada mes, por un número de minutos ilimitado, así es que puedo pasar horas pegado al teléfono sin preocuparme por que me van a cobrar más.
Algunas personas pagan menos, pero también tiene un número limitado de minutos¿ Pero más allá de eso, las normas básicas de aplicación de tarifas son las mismas. Y un usuario no debería tener que preocuparse por mucho más que eso.
Con mi operador de telefonía celular la cosa es a otro precio¿ mejor dicho, es a otros precios, y esto no es un secreto para nadie: existen diferentes planes, en cada uno de los cuales se paga un precio diferente por minuto, que además cambia dependiendo del destino, así es que llamar a Tigo, Comcel, Movistar o un operador fijo tiene un precio diferente.
Para poner las cifras claras y concretas, simplemente debo decir que por unos 62.000 pesos al mes puedo hablar por teléfono fijo todo lo que quiera a otros fijos locales y que por unos 90.000 puedo hablar a cualquier destino nacional de manera ilimitada.
Por más o menos los mismos 62.000 pesos, en cambio, puedo hablar 500 minutos con usuarios de mi mismo operador celular, o unos 160 minutos a teléfonos fijos, o alrededor de 130 a otros operadores celulares. Es decir, hago llamadas por las que pago entre 120 y 500 pesos por minuto. Y ojo, que el conector es ¿o¿, no quiere decir que tenga 790 minutos en total.
En esto hay todas las variables que ustedes quieran: hay llamadas a usuarios del mismo operador que salen prácticamente regaladas; hay planes más baratos por mes, aunque más caros por minuto y viceversa.
Pero al final de cuentas, mi inquietud de fondo es el ¿precio estándar¿: así como cuando la producción de chontaduro de un mes triplica la del anterior, el precio de la bolsita baja, tiene que existir una operación matemática o económica que permita reflejar el comportamiento del mercado en las tarifas del servicio. Si hoy día el número de usuarios de telefonía celular triplica al de usuarios de telefonía fija, llamar por celular debería ser más barato que llamar por fijo¿ Y, de paso, debería costar lo mismo a prácticamente cualquier operador de destino (salvo por el roaming internacional).
No soy experto en economía; en el colegio, pasé álgebra de puras vainas. Estoy seguro de que la tecnología que se utiliza en las redes celulares es mucho más compleja que la que se emplea en el cultivo de chontaduro¿
Pero también creo que las condiciones están dadas: hay un entorno competitivo mucho más dinámico desde la entrada de Ola (ahora Tigo); la telefonía celular ofrece muchas más ventajas en términos de tecnología y penetración, que son mucho más atractivas para los usuarios¿ en fin.
Sí: las llamadas desde y hacia celulares son mucho más baratas hoy que hace unos años, pero siguen siendo caras en comparación con las de una competencia natural (la telefonía fija) a la que, desde mi muy modesto punto de vista, podrían hacer desaparecer fácilmente.
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