Cada vez es más común que en empresas, universidades y colegios algunos sitios web populares sean bloqueados por los administradores de sistemas. Aunque esta medida es válida porque las organizaciones necesitan controlar el buen uso de sus computadores y su conexión a Internet, hay casos en los que se justifica eludir estos controles: cuando se necesita con urgencia revisar un correo electrónico en Hotmail o Gmail, revisar mensajes en Facebook o buscar un dato importante en algún portal multimedia, por ejemplo.
Para estos casos, o para situaciones más delicadas como la navegación en países con dictaduras o censura, hay dos alternativas que pueden ayudar: utilizar páginas conocidas como ‘proxy bypass’ que permiten ingresar a estos sitios bloqueados, cambiar la dirección del proxy en el navegador web y modificar un archivo interno de Windows.
El método más fácil es el primero: visite sitios como WideProxy (www.wideproxy.com), ATunnel (www.atunnel.com) o Xroxee (www.xroxee.com). Como estos sitios son ‘perseguidos’, normalmente funcionan por poco tiempo, así que tendrá que tener varios a la mano. Hay directorios como ProxySites (www.proxysites.org) que actualizan permanentemente el estado de estas páginas y ofrecen ‘rankings’ según su buen funcionamiento.
La segunda manera de intentar navegar en sitios bloqueados consiste en cambiar la dirección del proxy en el navegador (un proxy es un servicio de red que permite a un computador conectarse indirectamente a una red o un sitio web). En primer lugar, busque sitios en los que se actualicen con frecuencia listados de direcciones proxy públicas. Un par de buenos listados se encuentra en las direcciones tools.rosinstrument.com/proxy y www.publicproxyservers.com/page1.html.
Luego, configure el navegador. En Internet Explorer, vaya a las opciones de Internet, seleccione la pestaña Conexiones, el botón Configuración LAN, y escriba alguna de las direcciones recomendadas de proxy. En Firefox, seleccione Opciones, el botón Avanzadas, la pestaña Red y el botón Opciones, y escriba una dirección. Reinicie el navegador e intente visitar el sitio bloqueado.
Hay otros métodos más delicados, que modifican archivos internos de Windows para engañar los controles de las organizaciones, pero a la vez abren puertas para el software maligno. Y una última opción, que en algunos países del primer mundo está tomando cada vez más fuerza, es tener un teléfono inteligente con conexión a Internet y visitar desde allí todos los sitios personales bloqueados.
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