Álvaro Sandoval
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Colombia se alista para dejar atrás los problemas y congestiones de tráfico hacia Internet que registró en los últimos dos años por fallas en los cables submarinos que conectan al país con el mundo.
Este logro corre por cuenta de varias empresas nacionales y extranjeras que han decidido no solo fortalecer, sino aumentar las redes de fibra óptica que llegan al país, de cara al potencial de crecimiento del mercado nacional de Internet de banda ancha o alta velocidad.
Precisamente, la multinacional española Telefónica-Telecom activará mañana un nuevo cable submarino, el Sur-América 1 (SAm-1), en la ciudad de Barranquilla, que promete incrementar la capacidad de conexión de Colombia en el 50 por ciento, es decir, pasar de los 80 Gbps (Gigabits por segundo) actuales a 120 Gbps.
Al proyecto de Telefónica-Telecom se suma la llegada -hace menos de un mes- de una ruta directa de fibra óptica denominada CFX (Colombia Florida Express) que hace parte de la red Arcos, propiedad de Columbus Networks, a través de la cual se suministra más del 50 por ciento de la conectividad del país con el mundo y viceversa.
Así mismo, se espera que en los próximos meses la Empresa de Telecomunicaciones de Bogotá (ETB) y la Compañía Anónima Nacional Teléfonos de Venezuela (Cantv) concluyan la construcción de la red de 110 kilómetros de fibra óptica que conectará a las ciudades fronterizas de Cúcuta y San Cristóbal, y permitirá el acceso de Colombia al cable submarino Globenet, propiedad de Brasil Telecom.
¿Pero qué significa esto para los usuarios de Internet? Wally Swain, analista principal de la firma consultora Yankee Group en América Latina, explicó que estas acciones se convierten en una garantía de la prestación del servicio de Internet en el país y abren las puertas para que -por cuenta de una mayor oferta de conectividad- los proveedores de acceso a Internet puedan ofrecer mejores tarifas del servicio.
Al respecto, Andrés Pérez, secretario general de la ETB, indicó que hechos como la llegada del cable SAm-1 garantizarán el crecimiento del negocio de banda ancha al permitir una oferta de mayores velocidades de navegación.
Igualmente, el directivo destacó la importancia de estos proyectos a la hora de reducir la brecha digital y mejorar las condiciones de competitividad de Colombia. En la actualidad, Colombia se conecta al mundo por los cables submarinos Arcos, Maya y Panamericano, aunque este último se dedica principalmente al manejo de servicios de voz.
Los nuevos cables, al detalle
Aunque SAm-1 ofrecerá inicialmente 40 Gbps de conectividad adicional a Colombia, se sabe que este cable submarino cuenta con una capacidad total instalada de 1.988 Gbps.
Esta red integra a 10 países del continente y su conexión con Colombia proviene de Puerto Rico, desde donde se tendieron 1.200 kilómetros de fibra óptica que llegan a Barranquilla.
Según se conoció, la conectividad suministrada por SAm-1 será aprovechada inicialmente por Telefónica-Telecom, ETB y UNE (EPM). El Grupo Telefónica de España y Telefónica-Telecom invirtieron 35 millones de dólares en el desarrollo de este proyecto.
Por su parte, el sistema CFX de Columbus Networks tiene una capacidad inicial de 90 Gbps, que se puede expandir hasta los 2 Terabits.
Esta ruta expresa, que se extiende sobre 2.500 kilómetros desde la Florida hasta Colombia, no solo mejorará la conectividad del país, sino la confiabilidad de la red Arcos que es utilizada por 19 países de Centro América y el Caribe.
Banda ancha, negocio en crecimiento
Sin duda, uno de los factores que ha motivado a las compañías ha invertir en la construcción de nuevas redes submarinas es la oportunidad de negocios que brinda el mercado colombiano de
banda ancha.
De acuerdo con el estudio ‘Barómetro Cisco de Banda Ancha’, elaborado por la firma de investigación de mercados IDC, el número de conexiones a Internet de alta velocidad en el país creció el 93 por ciento entre junio de 2006 y junio de 2007, es decir, se pasó de 434.000 a 839.189, y se prevé que el país cerró el año pasado muy cerca de los 1,1 millones de conexiones.
Buena parte de este avance fue producto de la estrategia de negocios desarrollada por las empresas de telefonía fija, que en el 2007 le quitaron el liderazgo del negocio de banda ancha a los operadores de TV por cable.
Sin embargo, este escenario puede cambiar en los próximos años si se tiene en cuenta la decisión de operadores como Telmex de llevar su oferta de triple play (telefonía, Internet y televisión) al millón de clientes que ya tienen en TV paga.
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