Durante el WWDC 2023 Apple finalmente presentó su primer dispositivo de realidad aumentada. Basta mirar Twitter para comprobar que muchos han perdido la cabeza ante lo que propone: el futuro brillante en el que interactuamos utilizando un casco… o una distopía oscura que pertenece a Black Mirror.
This episode of Black Mirror looks crazy pic.twitter.com/08SF5hgN4z
— Alex (@stainlessreal) June 5, 2023
Y todas estas reacciones, positivas o negativas, tienen algo en común: vienen de un lugar que cree que el Apple Vision Pro revolucionará la tecnología. Estas voces creen en lo que la compañía ha denominado como ‘computación espacial’: romper los límites de las pantallas y convertir cualquier espacio en un display. ¿Cómo no creer que estamos frente a un dispositivo capaz de modificar cómo interactuamos con el mundo cuando nos promete silenciar al bebé llorón en el avión y transportarnos a una sala de cine mientras vemos una película?Pero acá una palabra de precaución: aquellos que no aprenden de su pasado están condenados a repetirlo. Y el Apple Vision Pro tiene que probar que tiene un uso práctico.
Lo que vemos no es la experiencia real
Comencemos por algo obvio: el tráiler del Apple Vision Pro no es una representación real de cómo funcionará el aparato cuando salga a la venta en 2024.Lo que estamos viendo es el concepto del producto o la interpretación de la experiencia que pueden esperar las personas. Pero el uso real puede ser completamente diferente a lo que promete este tráiler.Para empezar, está la pregunta de siempre: qué tan práctico es manejar el casco en primera persona. Hasta el momento uno de los principales problemas de la realidad virtual se mantiene en que manejar pantalla en 3D no es algo intuitivo o práctico, menos en Realidad Aumentada.
¿Es mejor que trabajar en un monitor?
La siguiente pregunta clave es: ¿se siente mejor trabajar con pantallas flotantes en medio de la sala que con una pantalla como las que hoy están conectadas a la mayoría de dispositivos? Y la respuesta no puede ser que se ve igual o se siente igual. Si el futuro está en esta tecnología entonces el trabajar con realidad aumentada tiene que ofrecer ventajas prácticas enormes para reemplazar a los monitores con los que hoy realizamos la mayoría de estas tareas… por otro lado, si se trata solo una mejora estética… entonces es complicado justificar un cambio de hardware.Quizás uno de los ejemplos más fáciles para transcribir esto sea los videojuegos. Cuando se anunciaron originalmente los primeros aparatos de Realidad Virtual los más optimistas aseguraban que en solo cuestión de años estaríamos en el mismo mundo de Ready Player One con la gran mayoría de juegos siendo traducidos a versiones portadas.La realidad fue otra. Resulta que jugar en VR no es tan cómodo o práctico como muchos esperaban. Es mucho más fácil manejar un control en tercera persona y a distancia que en primera persona y con movimiento real. Resulta que la realidad virtual como novedad tenía mucho potencial, pero no practicidad.
Más pantalla no es equivalente a practicidad
Lo otro que me recuerda el Apple Vision Pro es el boom de las pantallas plegables en el segmento móvil por dos razones: practicidad vs costo.
No hay duda de que las pantallas plegables tiene un propósito y función: ofrecen más espacio para ver contenido o trabajar en un equipo, entregando pantallas similares a las que se podrían encontrar en una tableta. También permiten trabajar con múltiples ventanas abiertas al mismo tiempo.
¿Cuál es el problema? Que con la tecnología actual las pantallas plegables permanecen como una tecnología costosa y cuya inversión no compensa el precio a pagar. A pesar de que hace años recibimos el primer dispositivo de Samsung con esta tecnología los equipos de este nivel permanecen como celulares del máximo tope de precio y en el mejor de casos su valor solo compite con el de otros equipos con mejores características.
3.500 dólares no es poco. El Vision Pro le está apostando a los ejecutivos con la billetera para invertir y apostar en una tecnología que tiene muchas posibilidades prácticas, pero pocas reales.
Imágenes: Captura de pantalla