¿Los animales tienen derechos virtuales? Esa es la pregunta que ha desencadenado en varios investigadores una decisión que Google Maps ha venido tomando recientemente respecto a las grabaciones de 360 grados que involucran animales y que terminan en Street View. Si bien no es noticia que la compañía utilice su algoritmo para desenfocar las placas de los carros y los rostros de los transeúntes que aparecen en las imágenes de Maps para proteger sus datos, desde hace un tiempo para acá, ese ocultamiento también se está aplicando a las caras de los perros. ¿Por qué?
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Medios como el Daily Mirror, sugieren que la medida de desenfocar los rostros de estos animales se tomó para “proteger su privacidad”: un argumento que también ha sido respaldado en Reddit y que al mismo ha generado ciertas burlas por “la seriedad con la que Google se toma los derechos de los animales”.
Sin embargo, es poco probable que Google Maps haya incluido esta característica por proteger en primer lugar los derechos de los perros. Primero porque las normas de protección de datos se aplican a humanos y no a animales; segundo porque es probable que el algoritmo de la compañía esté programado para detectar caras y ocultarlas (sin importar si estas son humanas o de animales); y, tercero, porque el reconocer a una mascota podría poner en riesgo la privacidad de su dueño/a.
Ese último escenario es el que mejor podría explicar el desenfoque de los rostros de los perros en Street View de Google Maps. No obstante, algunos abogados como Samuel Parra, quien es experto en privacidad y ciberseguridad y, en entrevista por Xataka, sostuvo que hay un problema en asociar una mascota con un dato que pueda identificar a alguien: pues un perro es un animal y no un dato personal.
Imágenes: Unsplash