¿Alguna vez te ha tocado sumergirte en los eternos mares de urgencias de un hospital o clínica, para que te traten una enfermedad menor? ¿Quizá te habrías ahorrado horas de espera si tan solo te dejaran hablar por teléfono con un médico? Probablemente te ha pasado. Y por eso hoy existe una app que precisamente te permite hablar con médicos desde tu casa.
Midoctor es una app que busca descongestionar las salas de urgencias, que no solo están llenas de personas sino también de virus que se contagian fácilmente. Esta app permite hacer consultas primarias a médicos a través de videollamadas o chats. Si me preguntan, es una bendición.
Esta app no pretende reemplazar el diagnóstico de un médico. Lo que se busca es orientar a las personas para iniciar un tratamiento. Es decir, te dan tranquilidad sobre tu condición y te dicen si en verdad es necesario que acudas a un establecimiento de salud.
Midoctor ya tiene más de 1.500 médicos registrados, que prestan atención las 24 horas del día, 7 días a la semana. Se pueden pedir consultas con médicos generales, y además con especialistas, ya sean pediatras, psicólogos, dermatólogos, ginecólogos, entre otros. La puedes usar en tu computador o descargarla para Android o iOS.
¿Cómo se usa el servicio?
Para usar este servicio debes registrarte y además hacer una recarga de mínimo 20.000 pesos. Una consulta a través de chat cuesta 10.000 pesos, y las videollamadas cuestan 3.000 pesos por minuto.
Quizá es un poco costoso para un servicio en línea. Pero si lo piensas bien, es mucho más económico que acudir a un médico. Claramente, si crees que que lo que tienes es un poco más grave que un resfriado, mejor te ahorras el dinero y vas directamente a una clínica u hospital. Recuerda que por reglamento del Ministerio de Salud, las consultas en línea no pueden generarte incapacidades médicas.
¿Cómo nos fue?
La prueba de este servicio me cayó como anillo al dedo. He estado enferma desde la semana pasada, y quería confirmar el diagnóstico que me dieron hace unos días (sinusitis, que es gripa con mocos, tos y fiebre). Primero me registré y compre 20.000 en recargas a través de PSE, todo normal.
Para iniciar un chat con un médico, la app te muestra la lista completa de médicos generales, que son los que tratan este tipo de males comunes, pero molestos. Aquí detecté un problema: ¿cómo elijo al médico? Aparece el nombre, una diminuta foto, y la ciudad en la que se encuentra el doctor. Hay unos nombres que tienen la marca ‘VIP’, así que asumí que esos eran los mejores.
Seleccioné a un médico en Bogotá y le escribí mis síntomas y una de las medicinas que hasta ahora había tomado. Minimicé el sitio y seguí con otros asuntos. Luego de diez minutos abrí el chat y el médico me había preguntado qué otros medicamentos estaba tomando. No pude responder porque aparecía que al chat había terminado. Para volverle a escribir tenía que pagar de nuevo 10.000 pesos.
Entonces acudí al centro de ayuda a través de correo electrónico y les conté lo que me había pasado. Me dijeron que fue un error del médico, y me dieron un cupón para recuperar mis 10.000 y volver a iniciar un chat con otro médico. Incluso me recomendaron a un doctor. Todo funcionó correctamente: el médico me confirmó mi diagnóstico y me dijo que quizá la sinusitis evolucionó a una amigdalitis.
Imágenes: capturas de pantalla y Pixabay.
La idea es buena hasta cierto punto, para que un medico realice un diagnostico adecuado debe no solo contar con la información que suministra el paciente sino también con un buen examen físico, y este ultimo es imposible de realizar vía virtual, este medio seria útil para “consejos médicos” más que para realizar “consultas medicas” y menos para recetar tratamientos.
la aplicacion es muy buena, el beneficio respecto al costo me parece muy adecuado y los doctores que he encontrado en la aplicacion son reconocidos y de muy buen perfil.
Gran aplicación, es muy fácil de utilizar y resuelve las consultas que debes hacerle a médicos especialistas o médicos generales. El precio me parece razonable con el servicio que presta, te evita en algunas ocasiones ir a una clínica o cita médica.