Tras 7 años de fidelidad al iPhone y su iOS, llegó la triste hora de buscar una alternativa. No me malinterpreten: no tengo reparos con los equipos ni con el sistema operativo móvil de Apple. Pero después de que mi iPhone 6 comenzó a presentar algunos problemas propios del tiempo de uso y de varias caídas más fuertes de las que podría resistir, pensé que invertir 3,3 millones de pesos en el equipo más económico de la marca no era la opción más consecuente con la economía doméstica.
Por la misma época en que compré mi primer iPhone tuve la posibilidad de ‘cacharrear’ un poco con algunos equipos basados en Android. Entonces, la experiencia no me pareció tan amigable como con la marca de la manzana; la elección no fue difícil.
Por eso pensé que migrar a Android a estas alturas de la vida iba a ser una experiencia traumática… pero no. El sistema operativo móvil de Google ha evolucionado mucho. Y, aunque hay un par de cosas de iOS que extraño, creo que también extrañaría algunas de Android a las que les he ‘tomado aprecio’ en los cuatro o cinco meses que llevo usando este sistema.
Si estás pensando en migrar de iOS a Android y quieres hacer la experiencia lo menos traumática posible, los siguientes son algunos aspectos que debes tener en cuenta, algunas implicaciones del proceso y ciertas recomendaciones que te pueden servir.
¿Renunciar al ecosistema?
Si tienes un iPhone, un computador con Windows y una tableta con Android, es posible que el cambio no te genere mayor impacto. Pero si tienes un iPhone, un iPad, un Mac, un Apple TV y un Apple Watch, y constantemente compartes información entre ellos, seguramente sí vas a extrañar las posibilidades de integración que ofrecen los dispositivos de Apple. Si te vas a pasar de iOS a Android, ten en cuenta que renuncias a uno de los ecosistemas más completos y versátiles del mercado.
Prepara la migración
Saca una copia de seguridad de tu iPhone (por si acaso). Luego, exporta los datos de las aplicaciones que vas a necesitar sí o sí en su celular Android. Este proceso no es complejo. Por ejemplo, para exportar los contactos basta ir a la app correspondiente y en el menú Archivo seleccionar la opción Exportar vCard. Este proceso genera un archivo que se puede importar sin problemas a los contactos de Google y que, por supuesto, interpreta correctamente la aplicación de Android. También puedes exportar la información de tu calendario o simplemente compartir tu agenda con la de Google. La verdad es que no encontré dificultad en realizar estos procesos.
Por otra parte, aplicaciones de terceros o los sistemas de almacenamiento en la nube –Dropbox, Box, pCloud, MediaFire, Google Cloud, entre otros– son ideales para compartir otros tipos de archivos y de información, como fotografías y música. Estos funcionan prácticamente sobre cualquier sistema móvil o de escritorio, de manera que no tendrás problemas para intercambiar archivos entre ellos.
Las que no son tan fáciles
Hay apps, como WhatsApp, cuyo proceso de migración no es tan sencillo. Se necesitan aplicaciones de terceros –casi siempre pagadas– para mover toda la información de una plataforma a otra. Esto sucede porque los mecanismos que emplean iOS y Android para hacer las copias de seguridad de WhatsApp no se hablan entre sí.
Una búsqueda en Google le permitirá encontrar la herramienta adecuada para hacer esta migración; entre las opciones más utilizadas se encuentran Wazzap Migrator y Dr. Phone.
¿Qué aplicaciones vas a necesitar?
Antes de migrar a Android, hice un recorrido por la Play Store –la tienda de aplicaciones de Google– para asegurarme de que todas las apps que usaba en mi iPhone existían para Android (o, al menos, unas que hicieran lo mismo). Durante el proceso aproveché para deshacerme de programas que no usaba en iOS, pero que nunca desinstalé.
Claro, no siempre se encuentra la aplicación precisa. Por ejemplo, aunque me topé con una buena app de correo –Bluemail–, debo decir que extraño Airmail, que también tengo instalada en mi Mac y en mi iPad, pero que no existe para Android. Pero, para la mayoría de usuarios, la app de Gmail cumple con su deber a cabalidad.
Debo decir que en estos cuatro meses no he extrañado un programa para iOS que no exista o que no tenga su par en el mundo Android, aunque sí hay algunos cuya apariencia y funcionalidad era más consistente en el mundo de Apple. Pero ojo, estamos hablando de mis necesidades; cada usuario debe determinar si las apps de Android satisfacen también las suyas.
¿Qué smartphone con Android comprar?
Todo parece indicar que mis necesidades como usuario no requerían un equipo de gama alta. Claro, existen celulares con Android que son iguales o más costosos que los iPhone. Pero explorando en la gama media encontré un equipo que satisface mis necesidades y que me costó solamente 630 mil pesos (el “solamente” funciona al comparar el precio con el de los modelos de gama alta de cualquier fabricante).
Un compañero de trabajo me recomendó que eligiera una marca específica que no tiene capa de personalización. Así se llama la interfaz que los fabricantes utilizan para modificar el sistema operativo y agregarle funcionalidades. ¡Ojo! Las capas de personalización no son malas; de hecho, les permiten a las marcas establecer diferencias frente a su competencia. Sin embargo, un equipo con Android puro también es una muy buena alternativa.
Ahora bien, en el mercado hay tantas opciones… Samsung, Huawei, Xiaomi, Nokia, Motorola, Sony, LG… Creo que recomendar una marca y un modelo específicos en este espacio podría tener un sesgo poco adecuado para la intención del artículo… pero habla con tus amigos usuarios de Android. Consulta con un par de ellos que sean amantes de la tecnología; seguramente allí encontrarás un buen consejo.
¿Qué me ha gustado de Android?
Hay varias cosas que me llaman la atención de Android. Entre las que más satisfacen mis gustos como usuario se encuentran:
- -Los íconos de las aplicaciones se pueden organizar en la pantalla como uno quiera. En iOS uno puede reorganizar los íconos, pero el sistema siempre completa las filas de arriba hacia abajo y de izquierda a derecha, como opción predeterminada. En Android se puede poner un ícono arriba a la izquierda y otro abajo a la derecha de la pantalla, sin que el sistema intente tapar el hueco que queda entre ellos.
- Android permite instalar diferentes launchers, que son aplicaciones para configurar la interfaz gráfica y algunas funcionalidades de los smartphones. Yo uso Nova Launcher –también por recomendación de mi compañero de trabajo– y estoy muy satisfecho con su versatilidad. Me permite cambiar el número de filas y columnas de la interfaz, ajustar la apariencia de los íconos, configurar el dock a mi antojo; en fin, personalizar muchos elementos de Android.
- Casi todos los celulares basados en Android (al menos desde la gama media) permiten ampliar la capacidad de almacenamiento con una tarjeta micro SD externa.
- Casi todos los celulares Android (al menos desde la gama media) tienen una segunda bahía para otra tarjeta SIM. Aunque tenga todas las ventajas del mundo, la eSIM de Apple todavía no funciona con todos los operadores ni es tan versátil.
- Como periodista, ¡ME ENCANTA! (así, en mayúsculas) tener aplicaciones que me permitan grabar las llamadas. Y no para ‘chuzar’ a mis interlocutores, sino para tener un registro confiable de las entrevistas que hago por teléfono. Apple tiene sus reparos con esta práctica, por asuntos de seguridad, pero lo cierto es que poder grabar llamadas sin armar un enredo de cables para llevar la señal a la grabadora ha sido un gran alivio.
Las tiendas de aplicaciones
Solo dos comentarios sobre este tema: App Store (la tienda de aplicaciones de Apple) se siente más segura, a pesar de las últimas denuncias con respecto al uso incorrecto que algunas empresas han hecho de los certificados que se les entregan para distribuir sus versiones de prueba; Play Store, por su parte, se siente más variada y versátil. Puede ser solo una percepción personal, pero así las siento.
Hay que mencionar, sin embargo, que, así como los delincuentes informáticos se ensañan con Windows en el mundo de los computadores de escritorio (porque tiene muchos más usuarios que Mac), su blanco preferido en el mundo móvil es Android (que domina más de 80 por ciento del mercado de smartphones). En general, iOS se siente (¿es?) más seguro. Si vas a migrar, toma todas las precauciones posibles; en especial, instala una app que proteja tu smartphone de ataques.
Las actualizaciones
Aquí hay que decir que este es un gran punto para Apple. Mientras las actualizaciones de iOS están disponibles al mismo tiempo para todos los iPhone que las soportan, actualizar un equipo Android a una versión superior del sistema operativo no es fácil, ni rápido, ni consistente.
La más reciente versión de Android (la 9, llamada Pie) fue lanzada en agosto del 2018 y hoy –casi siete meses después– todavía no está disponible para mi celular. Yo sigo con Android 8. Y, cuando compré mi smartphone, me regalaron otro que tiene la versión 7 y al que seguramente nunca llegará una versión actualizada del sistema.
A manera de conclusión…
En este momento tengo claro que iOS tiene cosas mejores que Android y que Android tiene cosas mejores que iOS. Pero considerándolos como un todo, no puedo decir que Android sea mejor que iOS ni viceversa. Y es importante mencionar que esta no es una apreciación basada en benchmarks o pruebas de desempeño, sino en mi experiencia personal. De hecho, no sobra recordar que el motivo que me llevó a migrar de la plataforma de Apple a la de Google no fue tecnológico o funcional, sino económico.
Sin embargo, hay que reconocer que Android ha mejorado mucho; la versión pura del sistema operativo que tengo en mi teléfono es intuitiva y fácil de usar. Poco parecida a ese enredo que hace siete años hizo tan fácil que me decidiera por iOS.
Al final, el objetivo de este texto no es convencerte de que un sistema operativo móvil es mejor que el otro o de que migres porque sí; simplemente es decirte que, si tiene intenciones de pasarte de iOS a Android, la experiencia no es tan traumática como un usuario fiel a la manzana durante 7 años podría imaginar. Al menos, no lo fue desde mi punto de vista. Pero si tu economía doméstica te lo permite, no te mueva del mundo iPhone. También es una magnífica decisión.
Imágenes: Pixabay.