El concepto de ‘necesidad’ es clave para todo emprendedor. Una nueva empresa tiene que aspirar a satisfacer una necesidad o, en su defecto, a crearla. Con eso en mente nació Quiickly, una aplicación para pedir condones a domicilio desde los dispositivos Android. De golpe suena como un rentable negocio, pero esta app es mucho más que eso.
Miguel Rengifo es la mente detrás de Quiickly. Él, como muchos, experimentó alguna vez la urgente carencia de un condón y eso trajo consigo una idea inicial. “Pero después me di cuenta de que ‘por detrás’ había todo un contexto social”, dijo Rengifo a ENTER.CO.
Fue así como en marzo del presente año, este emprendedor empezó a ofrecer condones a domicilio en Cali, a través de un número en Whatsapp. Su promesa de marca era – y aún es – la entrega de pedidos en menos de 20 minutos, lo que se reflejó en 150 servicios en la capital del Valle del Cauca tras solo dos meses de operaciones.
Una startup de domicilios con enfoque social
A principios de este mes fue lanzada la primera versión de Quiickly que, actualmente, ofrece sus servicios en Cali y Bogotá. El proceso es sencillo: escoges el producto deseado, escribes tu dirección y ya está. Además, puedes calificar el servicio al culminarse la transacción. “A futuro vemos como buen mercado a Medellín y Barranquilla. Pero lo más probable es que después de Bogotá siga ciudad de México y quizá alguna ciudad de Brasil. Es el país con mas casos de VIH/SIDA en Latinoamérica”, asegura el director de la startup.
Este enfoque organizacional es realmente llamativo. De hecho, un porcentaje de los ingresos que genera la aplicación está destinado para regalar preservativos y realizar campañas de educación sexual en los barrios vulnerables de Cali. Esto la hace distinguirse en el mercado colombiano de apps.
Presentemente Durex es el patrocinador y aliado estratégico de Quiickly, por lo que es evidente que su crecimiento comercial ha sido progresivo. Según Rengifo, “en la segunda semana de diciembre tendremos la versión para iOS”. Asimismo, la app está próxima a estrenar un nuevo servicio para programar de antemano la entrega de un pedido. Todo esto, gracias saber entender el concepto de ‘necesidad’.
Al fin y al cabo, como dice el lema de Quiickly: ‘esperar 20 minutos no se compara a esperar 9 meses.’
Imagen: Quiickly
Corrección: Julio.
Un detalle: O sea que si el salvavidas no llega en 20 minutos el producto es gratis?
Igual es mejor perder un polvo en la vida que la vida en un polvo
Un detalle: O sea que si el salvavidas no llega en 20 minutos el producto es gratis?
Igual es mejor perder un polvo en la vida que la vida en un polvo
Hola. Ese “presentemente” se lee (oye?) muy muy extraño. ¿No será, mas bien, precisamente?