La carrera presidencial de Estados Unidos se intensifica, y, como en ciclos anteriores, algunos de los magnates tecnológicos más influyentes están tomando partido, no solo a través de declaraciones, sino de acciones concretas. Bill Gates, cofundador de Microsoft, ha decidido respaldar a Kamala Harris, mientras que Elon Musk, CEO de Tesla y SpaceX, ha mostrado su apoyo al expresidente Donald Trump.
Ambos donantes destacan tanto por su influencia como por el impacto de sus empresas en sectores clave como la tecnología, la salud, y la infraestructura digital, planteando preguntas importantes sobre cómo su influencia podría remodelar no solo la política de EE. UU., sino el propio futuro de la tecnología en el país y en el mundo.
Bill Gates y su apuesta por Kamala Harris
La participación de Bill Gates en las elecciones de 2024 no es algo que haya ocurrido con frecuencia. Gates ha sido reticente a involucrarse de manera pública en el ámbito político, manteniendo en general una postura bipartidista. Sin embargo, en esta ocasión, Gates ha decidido realizar una donación sustancial a Future Forward, un grupo de recaudación que apoya a Harris en su carrera presidencial.
Aunque la donación se hizo a través de Future Forward USA Action, una organización de “dinero oscuro”, lo que garantiza la confidencialidad de sus donantes, la implicación de Gates es clara, pues su postura apoya una agenda con énfasis en la salud pública, la lucha contra el cambio climático y la reducción de la pobreza, temas que siempre han sido prioridades en su filantropía.
Según el diario The New York Times, la decisión de Gates tiene el potencial de generar un cambio en la percepción de los votantes jóvenes e independientes, grupos clave en esta elección. El magnate se centra en temas relacionados como la sostenibilidad y la justicia social, esta temática podría inclinar a ciertos sectores de la población a favor de Harris.
Además, al unir esfuerzos con Michael Bloomberg, otro prominente multimillonario y filántropo, Gates refuerza un mensaje de colaboración, responsabilidad social y de cambio estructural, que busca crear una administración que haga frente a desafíos de escala global.
En un contexto donde el cambio climático y la salud pública son crisis urgentes, el respaldo de Gates a Harris no solo fortalece su campaña, sino que podría traducirse en políticas que afecten directamente a sectores empresariales y tecnológicos.
Elon Musk y su respaldo a Trump
De este lado, Elon Musk, quien ha apoyado públicamente al expresidente Donald Trump, refuerza su estrategia en la reducción del gasto gubernamental y la eficiencia económica.
Musk, CEO de empresas como Tesla y SpaceX, ha propuesto en eventos recientes reducir en hasta dos billones de dólares el presupuesto gubernamental, argumentando que esto permitirá una mayor eficiencia y liberará a la economía estadounidense de cargas innecesarias. Así mismo, Musk ha insistido en la importancia de limitar regulaciones que, a su juicio, obstaculizan la libertad empresarial y el crecimiento del mercado.
El respaldo de Musk a Trump también busca preservar los derechos de los ciudadanos sobre temas como la libertad de expresión y el derecho a portar armas, que el sector más conservador considera esenciales. Musk ha enfatizado que, bajo el liderazgo de Trump, Estados Unidos podría alcanzar “alturas sin precedentes”, lo cual envía un mensaje a votantes que priorizan una política de mercado libre y menor intervención estatal en sectores como la energía y la tecnología.
Sin embargo, este tipo de políticas también podría significar un futuro incierto para la regulación de la inteligencia artificial y otros desarrollos tecnológicos, pues la postura de Trump y sus aliados favorece una supervisión limitada en estos sectores.
¿Qué impacto tiene estos apoyos?
El respaldo de Gates y Musk tiene importantes implicaciones para el mundo tecnológico. Por un lado, Gates, al apoyar a Harris, apuesta por políticas tecnológicas que podrían implicar una regulación más estricta en sectores como la inteligencia artificial y el uso de datos, con el fin de mitigar los riesgos asociados con el desarrollo acelerado de estas tecnologías.
También, la estrategia de Harris en la tecnología sostenible y en la expansión de la infraestructura digital en áreas desatendidas del país podría abrir nuevas oportunidades de inversión para startups en el sector verde.
En cambio, el apoyo de Musk a Trump enfatiza la libertad empresarial y la desregulación, lo cual podría facilitar un entorno favorable para las grandes empresas tecnológicas, especialmente en áreas como la exploración espacial y el transporte autónomo.
No obstante, este enfoque también podría resultar en una menor supervisión de los riesgos éticos y sociales asociados con el uso masivo de la inteligencia artificial y el análisis de datos. La postura pro-Trump de Musk resuena con el sector de la tecnología que favorece el crecimiento rápido y sin restricciones.
Imagen: Montaje ENTER.CO