Los seis Mac que hicieron de Apple una superpotencia

El Apple Macintosh, esa pequeña máquina que lo cambió todo, cumple 30 años este viernes. Algunos argumentarán que solo fue una manera de llevar a las masas avances que ya existían, y otros dirán que ni siquiera eso logró. Sin embargo, sí es un hito de la historia de Apple y de la vida de Steve Jobs: fue el primer producto que mostró a las claras lo que Jobs tenía en mente para esta industria.

Por eso, les presentamos esta pequeña lista de cinco computadores Macintosh que, según creemos, lo cambiaron todo. Disfrútenla.

Apple Macintosh (1984): cuando todo comenzó

Este equipo iba a mostrar por qué “1984 no va a ser como ‘1984’“. En medio de lo que Steve Jobs caricaturizaba como un ejército de zombies dirigido por IBM, llegaba un computador para la gente: gráfico, fácil de usar y bonito. Tenía mucho de truco de mercadeo, como siempre. Pero también era una declaración sobre el futuro de la tecnología.

Jobs y Apple se jugaron a fondo. Pagaron un aviso en el Super Bowl, y luego hicieron un evento de lanzamiento –el primero de muchos–. Y aunque el equipo pasó a la historia y es recordado con cariño y admiración, su camino en el mercado no fue fácil. Su precio era muy elevado para la mayoría de sus usuarios potenciales, y algunos lo culpan de la crisis que terminó con la salida de Jobs de la junta de Apple y que casi acaba con la empresa.

Macintosh Portable (1989): el primer ‘portátil’

El primer Mac con batería fue lanzado en 1989, y era un equipo costoso (US$ 6.500) y pesado (7,2 kg), pero poderoso para la época. Tenía una pantalla LCD y memoria SRAM que le permitía salir del modo de suspensión en un segundo o menos. Pero a cambio no podía funcionar sin batería, y para acabar, las pilas filtraban ácido.

Fue un intento fallido. El mercado no lo acogió y fue un fracaso comercial. De hecho, ya en 2006, PC World lo ubicó en la infame lista de los 25 peores productos de la historia de la tecnología. Por fortuna, como veremos más abajo, Apple sí aprendió a hacer buenos computadores portátiles.

iMac (1998): el renacimiento

Apple estaba moribunda y ahogada en una complicada línea de productos que no convencían al mercado. Steve Jobs fue convocado para salvarla, y sus únicas armas fueron el lápiz de Jony Ive y este computador.

En un universo de cajas grises y lúgubres, las formas y colores del iMac le pusieron alma y color al mercado de computadores. Por dentro, estaba a la par del mercado de la época: procesador G3 de 233 MHz, 32 MB de RAM y un disco duro de 4 GB. Sin embargo, no tenía unidad de disquete de 3,5 pulgadas, y en cambio contaba con dos unidades de USB. Algo que Apple repitió en el futuro. Fue el primer fabricante en eliminar los lectores de discos ópticos, adelantándose a la era de las descargas digitales.

El primer iMac fue el patriarca de una larga familia, cuyos descendientes aun hoy están en el mercado. Pero más allá de eso, fue el primer chispazo de la explosión que se originaría en Cupertino.

iMac Core Duo y MacBook Pro (2006): herejía necesaria

En el corazón de los fanáticos de Apple, la decisión de abandonar la arquitectura PowerPC para pasarse a x86 –la misma de los PC con Windows– se sintió como una herejía. ¿Dónde había quedado eso de pensar diferente? Estos dos equipos fueron los primeros en tener en sus entrañas los procesadores de Intel.

Pero el tiempo le dio la razón a Apple. La posibilidad de que los Mac también corrieran Windows les dio mucha funcionalidad y les abrió las puertas de los mercados ‘gamer’ y empresarial. Aunque no son líderes allí, al menos ya no están ausentes. También les quitó presión a las cadenas de producción, lo que permitió que la empresa vendiera muchos más equipos. Además liberó el músculo de ingeniería de Apple, que ahora podía dedicarse de lleno a las maravillas móviles que vendrían después, estas sí 100% desarrolladas en Cupertino.

Apple mantuvo por muchos años la compatibilidad con las aplicaciones para PowerPC, pero con el final del soporte de Snow Leopard en 2011 esto terminó oficialmente. Hoy, el software de esas épocas es poco menos que una reliquia.

MacBook Air (2008): el laptop del futuro

Cuando salió el MacBook Air, ya estábamos acostumbrados a que Steve Jobs empujara los límites. Con el MacBook Air lo hizo de nuevo. Era un equipo cuya liviandad y delgadez parecían imposibles, pero en realidad eran una muestra de lo que venía en el futuro inmediato de los computadores.

No está exento de sacrificios: su disco duro sólido suele tener una capacidad inferior a lo que ofrecen otras opciones, la ausencia de un puerto Ethernet puede ser dolorosa y es un equipo difícil de reparar. Pero al final, el mercado se decidió: el mundo Windows adoptó el estándar Ultrabook para competir, pero hoy los modelos de Apple representan más de la mitad de ventas de computadores ultralivianos en Estados Unidos. Como siempre, Jobs terminó marcando la tendencia que siguieron los otros fabricantes.