Es un pésimo momento para actualizar la PC. El efecto del COVID-19 en la tecnología tomó su tiempo, pero en 2021 estamos viendo sus efectos. Por ejemplo, componentes como las tarjetas gráficas o GPU están siendo particularmente difíciles de encontrar e incluso más complicado el comprar alguna que no cueste una fortuna. Esto es mucho más evidente al buscar algunas de las GPU más recientes de Nvidia, que desaparecen tan pronto llegan a algún portal de venta por un precio cercano al sugerido.
Además de los problemas para conseguir componentes, parece haber otra razón importante por la que conseguir una GPU de Nvidia se ha convertido en una hazaña en 2021: la creciente popularidad del Bitcoin, conforme su precio se niega a bajar y comienza a recibir más interés de compañías y entidades financieras. Como resultado, la demanda global actual es superior a la que Nvidia puede responder, como la compañía aseguró en el informe de ganancias de su primer trimestre en 2021.
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“La demanda general sigue siendo muy fuerte y sigue superando la oferta, mientras que los inventarios de nuestros canales siguen siendo bastante reducidos”, dijo Colette Kress, CFO de Nvidia. “Esperamos que la demanda continúe superando la oferta durante gran parte de este año. Creemos que tendremos suficiente oferta para respaldar el crecimiento secuencial más allá del primer trimestre”.
No son noticias buenas para nosotros en este lado el mundo, que no solo tenemos que combatir la falta de componentes, sino la inflación del dólar que solo hace más complicado el conseguir una GPU de última generación.
Nvidia no es la única compañía con problemas con estos componentes. AMD también anunció a inicios del año que esperaba escasez de sus componentes, al menos hasta la mitad de 2021. Es un problema que se expande a los fabricantes. Por ejemplo, Xbox y PlayStation cuentan con hardware de la compañía, razón por la que la nueva generación de consolas es todavía difícil de conseguir a través de canales oficiales.
Imágenes: Nvidia
