Windows 10, el mejor aliado de los computadores modernos

Aunque haya pasado un poco desapercibido, la computación portátil tuvo una revolución hace unos años. Las formas de los computadores cambiaron totalmente: pasaron de ser los típicos portátiles con pantalla y teclado en un solo cuerpo a ser máquinas flexibles que pueden transformarse fácilmente. Aparecieron los 2 en 1, aquellos que, dependiendo de las necesidades del usuario, se acomodan para ser portátil o tableta, bien sea con pantalla que se separa del teclado o todo en el mismo cuerpo.

Sin embargo, cuando comenzó esta revolución, al software le costó un poco de trabajo ponerse el mismo nivel del hardware. Pero con el lanzamiento de Windows 10, llegó el sistema operativo perfecto para cualquier tipo de equipo. La plataforma de Windows unifica los diferentes factores de hardware y ofrece una experiencia ideal para correr todas las aplicaciones sin poner el riesgo la seguridad informática de toda la organización. Uno de los puntos clave de Microsoft al desarrollar la más reciente versión de su producto estrella era hacer frente a las exigencias de las estrategias comerciales modernas, que les dan énfasis a la movilidad y a la nube.

Además, otro de los aciertos de Microsoft fue proporcionar gratuitamente este sistema operativo. Las organizaciones que hicieron inversiones en equipos hace uno o dos años tuvieron la oportunidad de instalar el SO sin costo y aprovechar todas sus mejoras. No obstante, se debe tener en cuenta que los computadores que ya están por cumplir los cinco años no van a poder sacar todo el provecho de Windows 10. Sus componentes de hardware simplemente no están a la par para aprovechar todos los beneficios, por lo que es necesario que se actualicen a los equipos que traen los nuevos procesadores de sexta generación Intel® Core™ vPro™.

“Las nuevas capacidades de Windows 10, como la autenticación biométrica, la implantación de aplicaciones universales y una experiencia perfecta con aplicaciones, exigen la capacidad de una nueva generación de hardware para poderse activar y usar”, dice un estudio de IDC sobre el potencial de Windows 10. “Por su propia naturaleza, necesitará emplearse en varios PC de sobremesa, PC portátiles y tabletas, así como tener compatibilidad en el futuro con los smartphones, a medida que estos se vayan haciendo indispensables en los procesos comerciales”, agrega.

Los retos que tienen las empresas

En este momento, muchas organizaciones están enfrentando presiones de los empleados que quieren usar sus propios dispositivos y aplicaciones de consumo masivo. Estas tendencias han recibido nombres como BYOD (Bring Your Own Device, por su sigla en ingles) y la ‘consumerización’. Y en muchas compañías, los departamentos de TI están buscando las soluciones para que los empleados estén a gusto con sus equipos y sus aplicaciones, lo que debería llevar a un aumento de productividad.

Sin embargo, TI necesita ser muy astuto e implementar políticas para asegurar que la información de la empresa esté totalmente protegida. Y uno de sus grandes aliados es justamente Windows 10, ya que el sistema operativo cuenta con un paradigma totalmente diferente. Microsoft creó la plataforma como un servicio, lo que quiere decir que la estará actualizando constantemente para cumplir con las nuevas exigencias del mercado. IDC pronostica que Windows 10 representará el 42% del mercado de sistemas operativos en 2018. Esta es una adopción sustancialmente más rápida que la que tuvieron anteriores versiones del SO de Microsoft y es justamente por ese concepto de SaaS (software as a service, por su sigla en inglés).

Con Windows 10, los usuarios podrán tener una experiencia unificada en el cualquier dispositivo, ya sea una tableta, un teléfono móvil o un computador. Por el lado del usuario, podrá tener sus aplicaciones sincronizadas, con la información en la nube, lo que facilitará el trabajo remoto. Para la organización, la gestión de los diferentes dispositivos será mucho más fácil puesto que solo hay que gestionar un tipo de sistema operativo.

Uno de los ejemplos más demostrativos es Continuum, la tecnología de Microsoft que permite a los equipos alternar entre sus diferentes formas. Al conectar un ratón y un teclado, al sistema operativo entiende que está en modo escritorio, por lo que hace los ajustes necesarios para aprovechar estos periféricos. Cuando el usuario se lleve su equipo, Continuum hace la transformación para aprovechar la pantalla táctil como principal medio de entrada. Y esto es apenas la punta del iceberg de Continuum, puesto que permite conectarse a pantallas cercanas mediante la tecnología WiDi.

Cabe mencionar que muchos de estos beneficios se pierden con un equipo viejo que está actualizado a Windows 10. Varias de las ventajas dependen de un hardware nuevo, que le permita al empleado ser más productivo con todas las mejoras que ofrece el sistema operativo. Más allá de tener equipos nuevos, la combinación entre Windows 10 y el nuevo hardware le dan mucho poder a una organización para elevar la productividad y asegurar la información.

Por ejemplo, con Windows Hello, los usuarios puede identificarse por medio de reconocimiento facial, lectura del iris o de las huellas digitales. Esto permite tener varios factores de autenticación en el equipo, lo que hará más difícil que los criminales informáticos violen la seguridad del equipo y, por consiguiente, la de la empresa. Esta tecnología requiere hardware especializado como las cámaras infrarrojas de Intel Real Sense, la tecnología de la cámara en 3D o los sensores de infrarrojos de iluminación y los escáneres de huellas digitales. Un ejemplo más de la necesidad de tener hardware moderno para aprovechar los beneficios de Windows 10.

El peligro de no actualizar

Aunque Microsoft acertó al ofrecer esta actualización gratis, también abrió la puerta para que muchas empresas simplemente actualizarán el sistema operativo sin renovar sus equipos. Y aunque desde un punto de vista simplemente financiero puede tener todo el sentido, desde el lado de la productividad y la estrategia es un gran error.

Con hardware viejo, muchas de las ventajas de Windows 10 se pierden. La productividad no recibe el salto que espera el departamento de TI y varias de las mejoras en seguridad no se pueden aplicar porque el hardware simplemente no lo permite. Esto quiere decir que el enfoque de solo actualizar el software pone en riesgo la ventaja competitiva que Windows 10 le puede ofrecer a una organización.

Imágenes: Microsoft.