El humano ha encontrado varias utilidades para la sangre, más allá de ser el combustible en nuestro cuerpo, claro está. Esta vez, los científicos han descubierto que el líquido rojo funciona también como energía para baterías. ¿Ah?Actualmente, la mayoría de baterías que existen en el mercado funcionan con litio; el problema con esto es que este componente genera varias problemáticas medioambientales y algunos riesgos para los humanos. Es por esto que los investigadores al rededor del mundo están buscando nuevas alternativas para la construcción de baterías. En esta ocasión, científicos de la Universidad de Córdoba, en España, utilizaron la sangre para darle vida a las baterías. En específico, se están apoyando en la hemoglobina, proteína presente en los glóbulos rojos que se encarga de transportar el oxígeno desde los pulmones hacia los diferentes tejidos del cuerpo. Dentro de las baterías zinc-aire cumplen la función de catalizador.
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Cuando se empezaron a crear baterías de zinc-aire, los investigadores se encontraron con que los catalizadores empleados no eran suficientes para su funcionamiento. Al intentarlo con la hemoglobina de la sangre, descubrieron que funciona perfectamente como catalizador para el almacenamiento de energía y la obtención de electricidad. Gracias a la reacción electroquímica que se crea con este componente, se logra transformar la energía química en energía eléctrica. El experimento registró que la batería logra tener una vida autónoma de entre 20 y 30 días. Por ahora, solo se ha creado un prototipo y la investigación sigue en desarrollo, con el fin de encontrar el componente perfecto para las futuras baterías. Lo cierto es que la batería de zinc-aire con la hemoglobina de la sangre no representa problemas para los humanos. Por el momento, este tipo de baterías de zinc-aire son de bajo coste, respetan al medio ambiente y cumplen con una alta capacidad teórica, tal y como lo explicaron los investigadores en el comunicado. Imagen: Pawel Czerwinski
