En los últimos 20 años, el avance tecnológico ha transformado cómo trabajamos, nos comunicamos y nos entretenemos. Herramientas que han simplificado tareas cotidianas y revolucionado procesos corporativos. En este contexto, la conectividad ha sido el eje principal de áreas como las telecomunicaciones, la información y el trabajo colaborativo. Ahora, con la llegada del 5G, surge una pregunta fundamental: ¿realmente es necesario este avance?
El 5G es la quinta generación de redes móviles. A diferencia de su predecesora, el 4G, promete velocidades hasta 10 veces más rápidas, una latencia ultrabaja (el tiempo de respuesta entre dispositivos) y una capacidad para conectar más dispositivos simultáneamente. Esto se logra a través de ondas de mayor frecuencia y un sistema de infraestructura avanzado que incluye estaciones base más cercanas y densas.
En términos prácticos, esto significa que con el 5G podemos descargar películas en segundos, realizar cirugías remotas con precisión milimétrica y operar vehículos autónomos en tiempo real. Pero su verdadero impacto va mucho más allá.
¿Por qué es importante?
El informe The Global Economic Impact of 5G de PricewaterhouseCoopers estima que, para 2030, esta tecnología impulsará el PIB mundial en 1,3 billones de dólares. Sectores como la salud, la industria y las telecomunicaciones se beneficiarán enormemente.
Por ejemplo, en el ámbito médico, el 5G optimizará la telemedicina, permitiendo consultas en tiempo real y con calidad de video superior. También facilitará la conexión entre equipos hospitalarios, mejorando la eficiencia y el tiempo de respuesta en emergencias. En Colombia, la Cámara Colombiana de Informática y Telecomunicaciones señala que esta tecnología podría revolucionar el sector del petróleo y gas, reduciendo costos de exportación y aumentando la eficiencia operativa.
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Por otro lado, aunque el 4G sigue siendo el estándar predominante en muchos países, incluidos Colombia, el 5G ofrece avances significativos que justifican la transición. MediaTek, líder en el mercado de procesadores, destaca que sus últimos modelos integran capacidades 5G, demostrando que la industria ya apuesta por este salto.
Por ejemplo, mayor velocidad y fiabilidad: Con velocidades de hasta 10 gigabits por segundo, el 5G es 10 veces más rápido que el 4G, ideal para aplicaciones que demandan grandes cantidades de datos en tiempo real.
Mejora en la seguridad: Incluye cifrado avanzado y mejores protocolos de seguridad, lo que hace que las conexiones sean más protegidas.
Eficiencia energética: Consume hasta un 90% menos energía que el 4G, lo que se traduce en un impacto ambiental menor y una mayor duración de batería en dispositivos conectados.
El impacto en la sociedad y la democratización del 5G
Más que un lujo, el 5G representa una evolución necesaria para mantenernos a la par con las demandas actuales. Patricia Velásquez Martínez, subdirectora de MediaTek para Colombia y Centroamérica, afirma: “El cambio es necesario. Las ventajas del 5G demuestran que esta conectividad móvil es una necesidad para el desarrollo de la sociedad.”
La llegada del 5G no solo impactará a nivel empresarial. En lo cultural y personal, permitirá experiencias más inmersivas, como la realidad aumentada y virtual, y conectará comunidades remotas con el resto del mundo.
Aunque algunos consideran que esta tecnología es una simple evolución, los hechos indican lo contrario. El 5G no solo optimiza procesos existentes; abre puertas a nuevas posibilidades que antes eran impensables. Si bien todavía hay retos, como la infraestructura y la regulación, su implementación es inevitable y su impacto será transversal.
Para el 2030, se espera que esta red esté disponible de manera global, llevando sus beneficios a miles de millones de usuarios. Más allá de un avance en conectividad, el 5G se perfila como un catalizador para una sociedad más conectada, eficiente y sostenible.
Imagen: Archivo ENTER.CO