El reciente arresto de Luigi Mangione, acusado del asesinato del CEO de UnitedHealthcare, Brian Thompson, trajo de nuevo un grave problema sobre la mesa: las “armas fantasma”. Este caso, que involucra un arma parcialmente impresa en 3D y ensamblada con piezas no rastreables, revela la creciente sofisticación y accesibilidad de este tipo de armamento.
Las llamadas “armas fantasma” son armas de fuego caseras que carecen de números de serie, lo que las hace imposibles de rastrear. Originalmente ensambladas con kits vendidos en línea, estas armas han evolucionado con la llegada de la impresión 3D. Si bien el arma utilizada por Mangione, similar a la FMDA 19.2, no es un diseño nuevo (data de 2021), su eficiencia y facilidad de fabricación subrayan cómo incluso modelos “anticuados” pueden ser mortales.
Mangione, detenido con un manifiesto contra el sistema de salud estadounidense, habría usado un arma Chairmanwon V1, una modificación del diseño original FMDA 19.2. Este modelo es celebrado en comunidades de armeros como un hito en la confiabilidad y funcionalidad de las armas impresas en 3D. Así mismo, su capacidad para operar con piezas impresas de bajo costo plantea preocupaciones sobre la capacidad de los legisladores y cuerpos de seguridad para mitigar su proliferación. A pesar de que ensamblar un arma impresa aún requiere conocimiento técnico y acceso a una impresora 3D, los avances en diseño y el fácil acceso a planos digitales están democratizando peligrosamente su fabricación.
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La regulación parece ir siempre un paso por detrás. Aunque la administración Biden introdujo en 2022 nuevas reglas que obligan a los kits de armas a incluir números de serie y verificaciones de antecedentes, estas no afectan directamente las armas construidas desde cero con impresoras 3D. Además, el debate judicial sobre la constitucionalidad de estas regulaciones, actualmente en la Corte Suprema, mantiene un futuro incierto para su implementación definitiva.
Casos como el de Mangione también destacan el uso de estas armas para atacar objetivos específicos, en este caso, como aparente acto de protesta contra un sistema de seguros médicos percibido como injusto. El manifiesto encontrado en su poder y los mensajes inscritos en los casquillos de bala (negar, defender, deponer), evidencian una mezcla explosiva de tecnología accesible y frustración social.
La encrucijada legislativa y social
El aumento de armas fantasmas plantea preguntas críticas sobre cómo equilibrar la innovación tecnológica con la seguridad pública. El acceso a herramientas como impresoras 3D debe ser acompañado por controles estrictos y políticas proactivas para evitar su uso indebido. Por otro lado, el caso también refleja fallas estructurales más amplias, como la falta de confianza en instituciones clave, que pueden llevar a individuos a actos extremos.
Imagen: Mr. Snow Makes