Conozca la bicicleta eléctrica BE-M7 de Bicielectron

Cuando se trata de moverse en una ciudad congestionada por el gran número de carros, los trancones y la contaminación, buscar medios de transporte alternativos es una necesidad para llegar a tiempo y evitar duras horas en el tráfico. Por eso, cuando nos propusieron probar la bicicleta eléctrica BE-M7 de Bicielectron no lo dudamos, pues estos vehículos se han convertido en una opción ideal para recorrer las calles de una manera diferente.

No es la primera bicicleta eléctrica que ponemos a prueba. Ya hace algunos meses habíamos intentado con la Specialized Turbo X, que si bien tuvo una impresión muy positiva, su precio es un impedimento para que muchos se animen a comprarla.

Con la BE-M7 encontramos una bicicleta muy bien construida y sólida, producto de la integración juiciosa por parte de un fabricante colombiano como Bicilectron que hoy las ofrece en diferentes modelos y tamaños, e incluso es posible pedirla de manera personalizada para agregar o quitar componentes según el gusto del usuario. Por supuesto, esta compañía no es la única, ya que se sabe que más marcas locales están trabajando en el tema con buenas propuestas.

Este modelo de Bicielectron es interesante de entrada por su diseño. Se trata de una bicicleta eléctrica que en su apariencia exterior luce como cualquier otra e incluso para muchos es necesario verla de cerca o sentirla pasar a una velocidad superior a las demás para darse cuenta de que es eléctrica. La BE-M7 tiene marco en aluminio, rin de 29 pulgadas, suspensión delantera en aluminio y sistema de cambios Shimano Tourney de 21 velocidades; de ahí que no vaya a ser problema quedarse sin batería, pues gracias a esto funciona a la perfección simplemente pedaleando.

Sus componentes -principalmente el marco grueso y resistente, la batería y el sistema de frenos de disco- la hacen más pesada que una bicicleta convencional, de ahí que al usarla sin el motor eléctrico se sienta algo pesada y haya que jugar con los cambios para suavizar el camino. Aunque esto es fácil de manejar. De hecho, la subí un par de veces a un bicicletero de carro sencillo y no lucía como una carga pesada que pusiera en riesgo la bicicleta.

Los elementos que mencionamos anteriormente la hacen consistente y adaptada a las calles de cualquier ciudad con huecos o con ciclorutas no adaptadas por completo para tener recorridos fluidos. La suspensión delantera alivia mucho la subida de andenes o los obstáculos normales que se encuentran en la vía.

Vea aquí nuestras impresiones de la BE-M7 en video:

Bicicleta eléctrica a toda marcha

El primer paso es familiarizarse con la batería de la bicicleta eléctrica. Y ahí está una de las grandes ventajas de la BE-M7, pues su batería es desmontable de la parte inferior del marco. Para ello, tiene una llave que la ajusta y evita que se salga o que alguien la pueda tomar. Al quitarle el seguro, un movimiento hacia arriba basta para llevarla consigo; pesada, es cierto, pero solo notará esto cuando la vaya a cargar, pues de lo contrario dicho peso hace parte del que tiene la bicicleta en su totalidad y ni se sentirá.

Se conecta un extremo del cargador a la batería al destapar la entrada correspondiente en uno de sus costados; esta entrada está bien resguardada para que la lluvia no sea problema (probamos la bicicleta eléctrica en varios momentos con lluvia permanente y nunca falló). El otro extremo va al tomacorriente y en ese momento se enciende un indicador LED en el cargador que muestra el color rojo si está en proceso de carga, o verde si ya está completamente cargada. Además, la misma batería tiene en su parte superior un pequeño botón (no apto para dedos gruesos) que se presiona y muestra mediante la iluminación de LED cuál es el nivel de la batería. Bastarán una 6 horas de carga de la batería de la bicicleta eléctrica para que llegue a su carga completa luego de haber sido descargada en su totalidad.

Comenzar la marcha es fácil. A la derecha del manubrio de la bicicleta eléctrica está la palanca del acelerador que se presiona hacia abajo con el pulgar; al comienzo sentí que podía ser agotador estar presionando con este dedo todo el tiempo, pero después la costumbre hace que funcione bien y se sienta cómodo y natural el movimiento. Tener en cuenta en este punto los frenos, que es preciso presionarlos los dos al tiempo para no llegar a sufrir algún accidente como consecuencia de que solo una de las llantas frene.

El arranque en esta bicicleta eléctrica es lo mejor. De ahí me di cuenta que el cansancio que se acumula en las bicicletas tradicionales en gran parte se debe al arranque, pues es en ese momento que se hace el mayor esfuerzo. Sin embargo, en la BE-M7 es tan simple como presionar el acelerador y se siente de inmediato cómo jalona y avanza de manera rápida y fluida, dejando atrás rápidamente a las demás. En terreno plano la BE-M7 vuela. En la ciclorutas de Bogotá no hubo otra bicicleta eléctrica que la superara. Algo curioso es que cuando la batería está recién cargada puede llegar a un promedio de 35 kilómetros por hora en plano, mientras que más abajo de la mitad de la carga esto disminuye a unos 33 Km/h. Suena insignificante, pero al estar montado en ella por varios días se siente bastante la diferencia.

Como decía, esta velocidad es suficiente para avanzar más rápido que otros medios de transporte. Los recorridos que en hora pico en carro me toman una hora y 15 minutos, en esta bicicleta eléctrica apenas tardaba 35 minutos. Lo mejor de todo: sin dar un pedalazo, sin cansarme, sin esfuerzo; apenas el sufrimiento normal por el smog, pero que es soportable frente al ahorro en tiempo que, sin duda, permite evitar las llegadas tarde pues solo se depende del ritmo constante de la bicicleta.

En las calles con pendiente o en los puentes es muy relajado. Con el acelerador a fondo no hay necesidad de pedalear. La bicicleta eléctrica sube sola, suave y rápido si viene impulsado. Cuando no viene con velocidad es más lenta, por lo que uno puede ayudarse con un par de pedalazos que la impulsen, aunque si se trata de no cansarse en lo absoluto pues no será necesario. En una calle con una pendiente de unos 30 grados es posible subir, sin pedalear, a una velocidad sostenida de unos 21 Km/h.

También hay que resaltar el método asistido de 5 niveles. ¿Qué significa esto? Que es posible impulsar el mecanismo eléctrico mediante el pedaleo: entre más alto el nivel, más se impulsa la bicicleta y, aunque se pedalea, el impulso es mayor pues la parte eléctrica se activa y permite ir más rápido. En nivel 1 pedalear no genera mucha fuerza, mientras que en el nivel 5 es posible llegar a la velocidad promedio en unos pocos pedalazos y sin mucho esfuerzo.

El medidor de la bicicleta eléctrica es sencillo, pero muestra todo lo que alguien pudiera necesitar en el camino como velocidad, distancia recorrida, tiempo de viaje por ruta, nivel de asistencia e indicador de carga. Al encenderlo nunca tiene la luz de fondo; para encenderla es preciso presionar el botón de flecha arriba por algunos segundos. Está ubicado a la izquierda, fijo, aunque es probable (no lo preguntamos) que se pueda instalar a la derecha por si alguien así lo prefiere. Bicielectron ofrece este tipo de personalización como uno de sus valores agregados; la bicicleta cuesta 2.900.000 pesos colombianos.

Algunas observaciones

Este modelo de bicicleta eléctrica de Bicielectron, de rin 29, es alto y diseñado para personas grandes. De ahí que los que no son de estatura alta tengan que bajar el sillín y acomodarla a su tamaño. Personalmente, me gustó tenerla lo más alta posible, aunque al detenerme era preciso tener cuidado pues apenas las puntas de los pies tocaban el suelo y era necesario hacer equilibrio o bajarme del todo. Además, hay que aprender a manejar bien su peso para no caer.

Sus pedales de metal son duros y resistentes. Muy buenos para darle mayor durabilidad a la bicicleta, pero no tan amigables con las piernas cuando en algún descuido uno se golpee con ellos. Se les agradece varios moretones que me quedan de la prueba.

Al querer ir despacio, en una bajada suave o al hacer un paso en medio de peatones, hay que tener mucho cuidado. Si el nivel de asistencia es 5 (como siempre lo mantuve), cualquier pedalazo impulsará con fuerza la bicicleta eléctrica y se corre el riesgo de estrellar a alguien o chocar contra un obstáculo por la imposibilidad de frenar a tiempo. El único episodio crítico lo sufrí no por ir rápido, sino por no tener la precaución de frenar a tiempo frente a un paso restringido: por querer frenar rápido me enredé y terminé debajo de la bicicleta (clave el casco y una buena protección para las manos).

Es preciso que la Alcaldía de Bogotá haga un esfuerzo por mejorar las rutas para los ciclistas, incluso si van en bicicleta eléctrica. Después de esta experiencia no me bajaré de una de estas bicicletas pues no solo me lleva rápido, sino que me permite llegar sin sudar y sin cansarme, e incluso con vestido elegante. Pero para que haya más convencidos como yo es preciso optimizar las vías para ello y pensar que crear ciclorutas no es simplemente poner un carril exclusivo, sino facilitar la circulación fluida y sin tropiezos. Pavimentar mejor, señalizar de manera adecuada y poner resaltos para que los vehículos se detengan por obligación son parte de la tarea.

Soy hoy un convencido de la bicicleta eléctrica como medio de transporte y espero seguir llevando el mensaje para convencer a más personas de que deben optar por él. Pero para esto las vías, los vehículos (cada vez se ven más conductores respetuosos de la bicicleta) y los mismos peatones deben colaborar.

Imágenes: ENTER.CO.