El programa de renta de videoproyectores, lanzado por Epson Colombia, ha sido un gran alivio para instituciones educativas en el país, ya que les permite acceder a tecnología de punta sin tener que hacer enormes inversiones. La idea es que las escuelas, universidades y otros centros educativos puedan mejorar la calidad de sus clases y presentaciones con proyecciones más grandes, inmersivas e interactivas, lo que beneficia directamente el aprendizaje de los estudiantes.
Sin embargo, hay algo interesante que está en discusión, y es la posibilidad de que este servicio de alquiler llegue también a las personas comunes, permitiendo a cualquier persona rentar un videoproyector, tal como antes se alquilaban las películas.
¿Cómo funciona el programa para la educación?
El funcionamiento es bastante sencillo y conveniente para las instituciones. Epson ofrece un acompañamiento comercial y técnico desde el primer paso, asegurando que el proyector seleccionado sea el adecuado para cada aula o auditorio. Además, se incluye la instalación y la integración de herramientas avanzadas como el Epson Projector Management Connected (EPM-C), que permite monitorear y gestionar los proyectores a distancia. Esto significa que la institución no solo obtiene tecnología de vanguardia, sino que además no tiene que preocuparse por los aspectos técnicos o el mantenimiento, lo que facilita mucho su operación.
El contrato de alquiler es flexible. Hay un estándar, pero cada caso se revisa para ajustarlo a las necesidades específicas de cada institución, lo que permite renovaciones fáciles. Desde el lado económico, este modelo no solo disminuye los costos de mantenimiento, sino también simplifica los gastos contables, lo que hace que sea una solución muy asequible.
Te puede interesar: Epson lanza línea de proyectores portátiles en Colombia ¿Proyector o televisor?
En Colombia, ya hay varios colegios y universidades que han implementado este sistema con mucho éxito. Han encontrado que, al no tener que preocuparse por los aspectos técnicos, pueden centrarse en mejorar la calidad de la educación que brindan. Y es que, a través del monitoreo en tiempo real que permite el EPM-C, las instituciones pueden verificar el uso y estado de los equipos, garantizando que estén siempre en óptimas condiciones y funcionando de manera eficiente.
Uno de los desafíos más grandes que han enfrentado es hacer que las instituciones adopten esta tecnología de manera más generalizada. Como cualquier cambio, requiere de tiempo para que se entienda su valor, pero poco a poco han ido logrando que más instituciones vean las ventajas de tener clases más interactivas y participativas gracias a estas herramientas.
¿Y los usuarios comunes?
Aquí viene lo interesante; Camilo Garzón, gerente de producto en Epson Colombia, comentó a ENTER.CO, que ya han recibido preguntas de empresas del sector corporativo que también están interesadas en este modelo de renta. Pero la pregunta que muchos se hacen es: ¿qué pasa con los usuarios finales? Garzón menciona que aunque el enfoque inicial ha sido en la educación, no descartan llevar este servicio a un público más amplio. La idea sería similar a cuando antes se alquilaban películas en videoclubes, pero en este caso se trataría de videoproyectores.
Es decir, cualquier persona podría alquilar uno para eventos familiares, reuniones, o incluso para una noche de películas en casa.
Esto abriría una puerta muy interesante para el entretenimiento y otros sectores, permitiendo que cualquier persona, no solo las instituciones educativas o corporativas, tengan acceso a estas herramientas tecnológicas sin tener que comprarlas. Sería ideal para quienes buscan una solución temporal y no quieren o no pueden hacer una gran inversión en un equipo de este tipo.
Imagen: Epson
