Los retos –y la producción inicial– del Apple Watch

¿4.000 dólares?

The Wall Street Journal se ha caracterizado

por ser uno de los medios más cercanos a Apple. Sus predicciones y rumores normalmente dan en el clavo, por lo que hay que tener en cuenta lo que publica el diario financiero sobre la compañía. Los últimos reportes parecen dar un poco más de claridad sobre el futuro del reloj inteligente de Apple, que según el mismo Tim Cook, llegará en abril.

Según el medio, Apple le ha pedido a sus proveedores asiáticos que fabriquen una primera camada de entre cinco y seis millones de unidades. La mitad del pedido estará compuesto por la versión más barata del reloj (Apple Watch Sport), mientras que el media gama (Apple Watch Edition) corresponde a un tercio del lote. Eso significa que solo una pequeña porción de la fabricación será de la versión en oro de gama alta.

Varios medios han especulado que el Apple Watch de oro podría superar los 4.000 dólares y se convertiría en uno de los productos más caros en el portafolio de la compañía, superando al cilíndrico Mac Pro.

Sin embargo, las fuentes de los proveedores asiáticos han dicho que Apple es la compañía más ágil a la hora de modificar sus pedidos en función de la demanda. Si las ventas muestran una realidad diferente, la compañía de Cupertino puede cambiar las órdenes para tener los niveles de inventario correspondientes a las compras de los usuarios.

El Journal asegura que Apple espera tener un éxito similar al que tuvo con el iPad, que vendió 7,5 millones de unidades en su primera salida al mercado.

Los retos del smartwatch

¿4.000 dólares?
¿4.000 dólares?

El próximo producto de Apple ha tenido muchos retos. Otra nota del periódico para los inversionistas asegura que cuando los ejecutivos de la compañía se imaginaron el dispositivo, esperaban un reloj que pudiera medir varias variables de salud como el ritmo cardiaco, la presión sanguínea y los niveles de estrés.

Sin embargo, después de varias pruebas, los ingenieros se dieron cuenta de que muchas de las funciones no se comportaban de la mejor manera o tenían lecturas erradas. Como si fuera poco, algunas de las características requerían de aprobación de algunas entidades oficiales de Estados Unidos y posiblemente de otros países, agregando un grado de complejidad a un producto que todavía tiene mucho por probar.

Después de todas las pruebas, el resultado fue el reloj que vimos inicialmente durante la presentación de las diferentes versiones del iPhone. En esta iteración el Apple Watch busca ser un dispositivo de lujo, que tenga funciones de smartphone como notificaciones, Apple Pay y la comunicación instantánea.

No obstante, la gran pregunta sigue siendo la misma para este mercado. Tanto el Apple Watch como el Gear S o el mismo Moto 360, no tienen una ”killer app’ que justifique su compra. Sí, es cómodo ver los mensaje de WhatsApp en la muñeca o manejar la música desde allí, pero a final de cuentas, no dejará de mirar el celular como lo hace hoy en día.

Apple, por lo visto, le está apostando al factor lujo. Con un reloj de oro que puede rondar los 4.000 dólares (o más, todavía no hay un precio oficial), no puede ser otra la estrategia. Es más, hasta el de entrada, que está por los 350 dólares, sería el más caro del mercado. El Moto 360 cuesta 250 dólares, el Samsung Gear 2 ronda los 300 dólares y el LG G Watch tiene un precio de 230 dólares.

No estoy seguro de que Apple pueda darse el lujo de fracasar con el Apple Watch. A pesar de su histórico periodo financiero, muchos analistas todavía están esperando que Apple presente un nuevo producto que pueda disipar la dependencia que tiene la compañía del iPhone. El iPad va de caída, el carro eléctrico apenas es un susurro en el viento y los computadores personales son productos maduros que no representan grandes crecimientos.

El Apple Watch puede ser ese producto, pero a primera vista no se ve  como un diferenciador importante que justifique su precio. Bueno, al menos que tengan en cuenta el ‘factor Apple’ y que la compañía logre ‘mercadear ‘ el producto como un elemento de moda y lujo, hecho que ha realizado con otros productos.

Imagen: Apple.

Mateo Santos

Mateo Santos

En vez de un tetero, nací con un Mac Classic en mi cuarto. Esa caja con pantalla en blanco y negro fue mi primera niñera. Por ahí, también rondaba un balón de fútbol y una camiseta de Millonarios. Desde ese día, sabía que la tecnología y el fútbol iban a ser mi estrella de Belén. El primer juego que tuve en mis manos fue Dark Castle, también en un Macintosh. No me gusta la música. Soy un amante escéptico de la tecnología. Hago parte del proyecto de ENTER.CO para llenar el vacío en información de tecnología que hay en América Latina, o como dirían los enterados, en LATAM. Me gradué de Administración de Empresas en los Andes y después hice una maestría en periodismo en la Universidad Europea de Madrid.

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