Alrededor de los ‘wearables’ (o vestibles como los llamamos nosotros) existen muchos debates sobre cómo esta nueva tecnología revolucionará la forma de interactuar con el mundo. En una conferencia llamada ‘El futuro de los vestibles y el contenido’ cuatro panelistas involucrados en el desarrollo de tecnología vestible estuvieron discutiendo varios aspectos alrededor de este tema.
Una de los puntos más interesantes es cómo en la industria tecnológica existen muchas compañías trabajando en esta tecnología pero poca resonancia tienen entre los consumidores. El universo vestible va mucho más allá que Google Glass.
La transformación de cómo consumimos la información afectará todos los sectores de nuestra vida: la educación, la salud, las relaciones personales, la relación gobierno/ciudadano, etc. Gaia Dempsey, cofundadora de DAQRI, una compañía tecnológica enfocada en la creación de herramientas y aplicaciones de realidad aumentada, presentó un video en el que veíamos a los niños interactuar con gafas inteligentes y tabletas para el aprendizaje de los elementos de la tabla periódica y la posibilidad de ver las reacciones químicas con un clic.
La salud, por ejemplo, es otro de los campos que mayores beneficios puede recibir de esta tecnología de realidad aumentada. Los panelistas nos explicaron cómo a través de wearables se está trabajando en la detección de las primeras etapas de la diabetes, la depresión o el Parkinson. También es probable que los lentes de contacto tradicionales se conviertan en algo obsoleto, y se siga trabajando en el desarrollo de lentes inteligentes que permiten ver primeros planos de las cosas.
Otro de los puntos tratados fue la relación entre los vestibles y la privacidad. ¿Arma de doble filo? En general, los panelistas creen que quienes están trabajando en esta industria están haciendo lo posible por crear dispositivos a prueba de la NSA. Sin embargo, es evidente que en el momento en que llevas puesto uno de estos dispositivos, con solo tener activado el Bluetooth, la gente sabrá tu localización exacta.
Todos coinciden en que los vestibles deben funcionar como una herramienta para ayudarle a las personas a hacer su trabajo de forma más fácil. Cuando Kip Fyfe, experto en el tema, preguntó al público quienes usaban en este momento vestibles, pocas manos se vieron levantadas. A esta pregunta le siguió, “¿Cuántos creen que en cuatro años todos estaremos usando vestibles?” Prácticamente toda la sala levantó su mano.
Por terrorífico que se lea, Kip Fyfe señaló que en el futuro, los vestibles no serán exteriores a nosotros, sino que estarán implantados en nuestro propio cuerpo.