Wheelys es una startup sueca que está trabajando en crear pequeños establecimientos o tiendas en movimiento que se conducen de forma autónoma. Junto a esto están desarrollando una aplicación que permite a los clientes localizar cuál de sus tiendas móviles está más cerca y pedir que se acerque a la localización del usuario. Si los planes de Wheelys dan resultado ya no tendremos que ir a las tiendas, las tiendas vendrán a nosotros.
Moby Mart no se presenta solo como una tienda que se conduce de forma autónoma, sino que también se gestiona de forma autónoma. En su interior está previsto que la gente pueda encontrar productos frescos y del día a día. Además contará con un asistente virtual que tomará lista si el cliente necesita algo que no está disponible en el momento. Según la compañía, planean incluir drones para hacer repartos a poca distancia. Si la mercancía se acaba, la tienda se conducirá hasta el almacén más cercano para que la repongan. Al parecer ya todo está pensado.
¿Cómo funcionará Moby Mart?
Para interactuar con los establecimiento el cliente tendrá que utilizar la misma app de localización. Una vez en la tienda, el usuario mete sus productos en la cesta y, al salir, se le cobran automáticamente. Algo similar al carrito de compras de Amazon.
Por el momento es solo un proyecto en desarrollo. Sin embargo, Wheelys ya vende pequeños carros de café con los que quieren “romper la hegemonía de las cadenas industriales de fast food” como afirma el portal Medium. Con el Moby Mart la compañía quieren ir más lejos. Por el momento están haciendo pruebas en Shanghai y preparándose para la producción en China. La compañía espera producir y comenzar a vender sus tiendas en el 2018.
Imagen: Moby Mart
curioso pero no le veo sentido práctico. no, se me acabó el papel higiénico y tengo quçé comprar de afán. resulta que la tienda ya no está donde estaba antes, y tengo qué usar una app para averiguar dónde está, así tenga qué ir personalmente a la tienda. ahh pero a veces va a quedar mças cerca.. igual que otras veces va a quedar más lejos.. y lo convertimos en una apuesta, y en que cada vez, para algo que es rutina, me toca hacer cosas que antes no me tocaba (como precisamente, cambiar la rutiona porque cada vez queda en un sitio diferente). será curioso como experimento y ver qué se aprende de ahí, pero no lo veo como algo práctico