Hace mucho tiempo se sabe que manejar un automóvil mientras se utiliza un celular aumenta el riesgo de sufrir de accidentes de tránsito, pues disminuye la atención del conductor y aumenta sus tiempos de reacción. De hecho, hacerlo es ilegal en muchos países. Se creía que la solución es utilizar un manos libres, e incluso la mayoría de autos nuevos vienen de fábrica con algún tipo de funcionalidad de este tipo. Pero resulta que, según un estudio realizado por científicos de la Universidad de Sussex, en el Reino Unido, y publicado este miércoles, el uso de esta clase de dispositivos también disminuye considerablemente la atención de los conductores a los obstáculos y peligros del camino.
Como se dice en un comunicado de prensa de la universidad, la mitad de los participantes en el experimento tuvieron que detectar situaciones peligrosas en un video y, al mismo tiempo, completar tareas que exigían que usaran su imaginación visual –cosas como responder preguntas sobre dónde está un objeto, o dar o escuchar descripciones físicas de una persona–, o contestar si una determinada frase era verdadera o falsa. La otra mitad solo tuvo que hacer la tarea del video, sin las distracciones.
Las diferencias entre los dos grupos, a juzgar por lo que dice el comunicado de prensa, fueron dramáticas. “Todos los participantes distraídos a responder a los peligros fueron más lentos a responder a los peligros, detectaron menos amenazas y cometieron más errores del tipo ‘lo miré, pero no lo vi‘”. Es decir: un conductor lo suficientemente metido en su conversación podría arrollarte aun si te está viendo al frente de él.
Usar manos libres es tan peligroso como no usarlo
Otra consecuencia de usar móviles es una pérdida de la visión periférica. Los conductores distraídos “tendían a enfocar su visión en una pequeña región central justo en frente de ellos“, lo que hacía que no vieran algunos de los peligros que eran visibles a su alrededor.
Usar la imaginación visual, dicen los investigadores, “le crea competencia a la capacidad de procesamiento del cerebro, lo que hace que los conductores no perciban riesgos en el camino que, de otra manera, podrían haber notado“. Usar manos libres no hace que esto cambie.
Las conversaciones con otros pasajeros dentro del vehículo, sin embargo, no tienen el mismo efecto distractor. Según el director del estudio, el doctor Graham Hole, quienes están en un carro “usualmente moderan la conversación cuando aparecen los peligros en la vía“. El interlocutor de una conversación es indiferente a las condiciones del camino, “y por eso sigue hablando. Y hablar en persona involucra algunos signos no verbales que interrumpen el flujo de la conversación“.
De todos modos, la conclusión del experimento podría tener efectos importantes para la seguridad vial. En palabras de Hole, “los manos libres pueden ser tan distractores [como usar los dispositivos en la mano], porque las conversaciones pueden hacer que el conductor imagine visualmente lo que está hablando“.
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