En los últimos años, el celular se ha convertido en la consola favorita de muchos. Lo que no solo ha impulsado a cada vez más desarrolladores a llevar sus apps a las tiendas de aplicaciones, sino que también ha motivado a crear títulos con especificaciones altas que le apuesten a mejores gráficas, rendimiento y que casi que imiten lo que puede hacer una consola portátil. Títulos como ‘Fortnite’, ‘Asphalt 9’, ‘Call of Duty’ o ‘PUBG’ son ejemplos de lo que hoy, con cada vez más frecuencia, está llegando a los celulares.
Por supuesto, mejores juegos suelen significar mejor hardware. Los celulares de antaño no estaban pensados para soportar las cargas que estos títulos requieren. Un juego de alto rendimiento te pide que la pantalla responda a la acción sin perder FPS, que el procesador sea capaz de digerir la información que está siendo presentada, que la batería pueda alimentar estos procesos y que la conectividad no falle al momento de estar en una batalla en línea. Solicitudes que, ni de lejos, estaban pensadas para los equipos de gama media.
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Por fortuna, cada día más fabricantes se han dado cuenta que jugar no solo debe ser un privilegio de la gama alta. En ese sentido, una de las compañías que más pasos ha dado en la ‘democratización del gamer’ ha sido MediaTek. Algo que tiene sentido, considerando que sus procesadores son utilizados por una porción importante de equipos en la gama media, media/baja.
A mediados de este año la compañía, de hecho, presentó dos nuevos procesadores que están pensados para alimentar una nueva ‘generación de equipos gamer de gama media. El MediaTek G35 y G25 (que precisamente toman la G en su nombre para resaltar que están hechos para jugar videojuegos) fueron introducidos como el cerebro de los celulares para videojugadores, amigables para el bolsillo.
La primera razón por la que estos SoC (sistema on a chip) destacan está en su tecnología y diseño. Estamos frente a procesadores con ocho núcleos, construidos con la tecnología de 12nm. Ambos admiten LPDDR3 y LPDDR4x RAM de hasta 6 GB y una frecuencia de memoria de hasta 1,600 MHz. Más importante, el MediaTek G35 está diseñado para ser capaz de ejecutar pantallas de resolución de 2400 × 1080 a 60 Hz. Un elemento impresionante, de nuevo considerando que estamos hablando de procesadores pensados para la gama media, media/alta.
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Pero quizás el elemento definitivo que diferencia a los MediaTek G35 y G25 sea el que cuente con la tecnología HyperEngine. De manera sencilla se trata de una combinación de tecnologías que tienen como objetivo optimizar el rendimiento del celular:
Intelligent Multi-Network Prediction 2.0: las redes móviles no son estables, en especial con equipos como los celulares, que están usualmente en movimiento. Lo que esto permite es que el equipo reaccione, en cuestión de milisegundos, a cambios de conectividad en conexiones 5G NR, 4G LTE y Wi-Fi. Esto se traduce en un mejor desempeño para aquellos juegos que depende de Internet para funcionar o que están centrados en elementos de multijugador.
Rapid Response 2.0: cuando la pantalla también sirve de controles, es necesario que estos respondan sin mayor demora. Lo que esta tecnología permite, entre otras cosas, es incrementar la tasa de sondeo en un 20%. En experiencia de usuario, esto se traduce en latencia más baja y una respuesta mucho más rápida al momento de tocar la pantalla.
Administración más rápida: el otro elemento que añade la nueva generación de chipsets de MediaTek es una mejor administración de los recursos. Por ejemplo, la serie G tiene un 60% menos latencia entre el rendereo de la GPU y la pantalla. Con esto, no hay retrasos durante la visualización del juego.
Imágenes: peakpx.com
