Según Deloitte, el año pasado fue la primera vez que la cantidad de mensajes de texto disminuyó en el Reino Unido. Los ingleses mandaron 145.000 millones de SMS, 7.000 millones menos que los enviados en 2012. Es la primera vez desde que Vodafone mandó el primer SMS que las cifras decaen año tras año en ese país. Las aplicaciones montadas sobre internet como WhatsApp, Line y Snapchat han ganado mucho terreno, y todo parece indicar que serán el futuro de las comunicaciones instantáneas.
La firma de investigación también aseguró que durante 2014 se mandarán 140.000 millones de SMS. En otras palabras, se dio el punto de inflexión y la curva ahora tiende hacia abajo. Según Paul Lee, director de investigaciones de telecomunicaciones en Deloitte, “es la primera vez que vemos una desaceleración en los mensajes de texto desde su invención”.
A pesar del incremento de mensajes instantáneos y la disminución de SMS, las operadoras seguirán facturando más que las empresas de IM. “Los servicios de MIM ganarán la batalla de cantidad en 2014, pero los SMS seguirán por encima en términos de facturación”, explicó la compañía en su página.
Muerte lenta
Aunque es comparar manzanas con peras, los SMS mantienen relevancia por tres razones: ubicuidad, precio y frecuencia.
La tecnología detrás de los SMS es la única que comparten todos los teléfonos del mundo. Actualmente hay unas 3.200 millones de líneas celulares, y todas tienen la posibilidad de recibir mensajes de texto. Por otro lado, los mensajes instantáneos requieren de un plan de datos y de una plataforma específica.
Sin embargo, ya estamos viendo la transformación. Los SMS han sido una fuente de ingresos muy importante para los operadores, a pesar de que tienen un costo muy bajo. Ahora, con soluciones aun más baratas, los SMS están quedando relegados. Se calcula que en Inglaterra se enviarán 50.000 millones de mensajes instantáneos al día en 2014, en comparación con solo 21.000 millones de SMS.
El cambio de tendencia ya fue registrado en Estados Unidos y ahora se está esparciendo al resto del mundo. A medida que los planes de datos vayan bajando y los smartphones se vuelvan más asequibles, seguramente los SMS quedarán solo para las interacciones entre máquinas y personas. Por ejemplo, el operador le seguirá avisando el estado de su cuenta por medio de un SMS y otras empresas podrán utilizar la tecnología para alertar sobre la cancelación de un vuelo, por ejemplo.
Aunque el estudio está basado en Inglaterra, el resto de países desarrollados vivirán una situación similar. Sin embargo, en regiones como la nuestra, los SMS todavía tienen larga vida. En Latinoamérica y África, las planes de datos todavía no son asequibles para la mayoría de la gente. Además hay servicios fundamentales que están montados sobre esa plataforma.
Pero el futuro, sin duda alguna, serán los mensajes instantáneos. Son mucho más útiles y más baratos, una combinación difícil de vencer.