Desde su inicio en febrero de 2024, la implementación de la tecnología 5G en Colombia ha marcado un avance en las telecomunicaciones. Según, Comisión de Regulación de Comunicaciones (CRC), actualmente, hay 1.167 sitios activos distribuidos en 22 ciudades, lo que representa solo el 4% del total de infraestructuras móviles del país. En comparación, la tecnología 4G domina con presencia en el 94% de los sitios. Este inicio refleja un despliegue estratégico pero aún limitado, enfocado en áreas urbanas.
Claro lidera el despliegue de 5G con el 84% de los sitios activos (981 estaciones base), mientras que Tigo y Movistar comparten el restante con 93 sitios cada uno. Por otro lado, Won no ha iniciado operaciones en esta tecnología, enfocándose únicamente en 4G y 3G. A nivel de cobertura, Claro alcanza el 6.57% en las cabeceras municipales, seguido por Tigo y Movistar con el 3.65%. Estos datos evidencian el carácter incipiente del 5G en el país y los retos para su expansión.
Geográficamente, el despliegue se concentra en grandes ciudades como Bogotá, Medellín y Barranquilla. En Bogotá, Claro tiene una cobertura del 30.38%, mientras que Tigo y Movistar llegan al 18.89%. En Medellín y su área metropolitana, Claro lidera con porcentajes superiores al 20%, mientras Tigo y Movistar apenas alcanzan cifras cercanas al 10%. Esta centralización subraya la prioridad inicial en zonas de alta densidad poblacional y desarrollo económico.
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El sur del país enfrenta los mayores retos de conectividad, ya que el despliegue de infraestructura es escaso incluso en tecnologías más maduras como 4G. Esto deja en evidencia la necesidad de priorizar inversiones significativas para cerrar la brecha digital y llevar los beneficios del 5G a regiones con menor densidad poblacional y alto rezago tecnológico.
Actualmente, Colombia cuenta con 29.803 sitios de infraestructura móvil. Claro lidera con 8.730 sitios propios, mientras que Movistar y Tigo dependen en mayor medida de estaciones compartidas, lo que podría limitar su capacidad de expansión en tecnologías avanzadas. Aunque el 5G experimenta un crecimiento constante, el ritmo es insuficiente para igualar los estándares internacionales de países como Corea del Sur, donde se han desplegado miles de estaciones en pocos años.
A futuro, el despliegue masivo de 5G en Colombia dependerá de una estrategia coordinada entre operadores y gobierno. Se estima que podrían pasar al menos cinco años para alcanzar niveles de cobertura similares al 4G. La asignación de espectro adicional, incentivos a la inversión privada y colaboración público-privada serán claves para acelerar el despliegue y garantizar el acceso equitativo en todo el país.
Aunque Colombia ha dado pasos significativos hacia la adopción del 5G, aún queda un largo camino por recorrer. La prioridad debe ser democratizar el acceso a esta tecnología, llevando conectividad a todas las regiones y cerrando las brechas existentes. Con el esfuerzo conjunto de todos los actores, el 5G podría convertirse en un motor clave para el desarrollo económico y social del país.
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