Esta semana se conoció un posible racionamiento de gas en Colombia, programado del 31 de octubre al 4 de noviembre. El Ministerio de Minas había emitido una resolución ordenando la reducción del suministro de gas natural debido al mantenimiento de la planta de regasificación en Cartagena, una instalación clave para la importación de gas al país. Sin embargo, pocas horas después, una nueva circular del ministerio anunció que ya no habría restricciones de gas para los usuarios. ¿Cómo se logró?
La respuesta está en un acuerdo inesperado entre plantas térmicas de la Costa Caribe y varios proveedores de gas. Gracias a esta negociación, las plantas lograron asegurar cerca de 123 GBTUD diarios, un volumen suficiente para garantizar el suministro durante el puente festivo, sin necesidad de cortar el servicio.
Este esfuerzo incluyó la compra de gas tanto fijo como interrumpible, lo que dio tranquilidad al Gobierno y evitó el recorte.
El ministro de Minas, Andrés Camacho, salió al paso de los rumores y explicó que el mantenimiento se realizará sin afectar a la población. “Esta medida no tiene ningún impacto para la ciudadanía.
¡No hay racionamiento de gas en Colombia!
Se llevará a cabo el mantenimiento de la regasificadora, con el fin de preparar el sistema eléctrico para el 2025.
“Este procedimiento no tiene ningún impacto para la ciudadanía” @andrescamachom_ pic.twitter.com/CDNa1eISzd
— Minenergía (@MinEnergiaCo) October 30, 2024
Es un procedimiento de ajuste en los volúmenes de gas para realizar el mantenimiento. Lo que le aseguramos al país es que ningún sector verá interrumpido el servicio”, expresó el ministro, añadiendo que estos acuerdos permiten mantener el suministro mientras se preparan los sistemas energéticos para los retos de 2025.
A pesar de que se suspendió el racionamiento, el Ministerio de Minas mantiene la resolución en vigencia por si surgiera algún problema durante el mantenimiento de la planta. Esto significa que, en caso de retrasos o incidentes, el Gobierno activaría medidas especiales para priorizar el suministro en sectores clave.
También se contempla la posibilidad de declarar un “precio probable de escasez”, que implicaría ajustes temporales en contratos menos prioritarios, como los de gas vehicular.
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Por otra parte, la planta de regasificación de Cartagena, esencial para la importación de gas, es uno de los pilares del suministro energético en la región Caribe. Esta situación demuestra la importancia de la colaboración entre las empresas del sector. En esta ocasión, el trabajo conjunto entre agentes privados, como las plantas térmicas y empresas proveedoras, fue decisivo para evitar una situación crítica en el suministro.
Así, el sistema de gas y energía de Colombia da un paso más hacia la resiliencia, con el respaldo de acuerdos estratégicos que permiten atender las necesidades del país sin perjudicar a los usuarios.
Imagen:aquaArts studio