La Universidad Nacional en su sede de Medellín y Cementos Argos desarrollaron la impresora de concreto más grande de América Latina, con una inversión cercana a los 5.000 millones de pesos. El dispositivo se asemeja más a un gran robot que a una impresora convencional, tiene el potencial de transformar la industria de la construcción al imprimir muros de casas de hasta 60 metros cuadrados en un tiempo récord de 32 horas, trabajando de manera continua.La impresora, con dimensiones de 12 metros por 12 metros en el plano y 9 metros de altura, es capaz de construir casas de hasta tres pisos, con 144 metros cuadrados por planta. Su método de trabajo se basa en la manufactura aditiva, depositando capas de concreto una sobre otra para formar los muros de la vivienda. Este revolucionario enfoque, impulsado por la tecnología de impresión 3D, promete cambiar el panorama de la construcción convencional.Juan Camilo Restrepo, vicerrector de la Universidad Nacional en Medellín, aseguró para Blu Radio en una entrevista, que esta impresora no solo es una herramienta para la construcción, sino también un recurso esencial para la docencia, investigación y extensión. La máquina, aunque se encuentra actualmente en una fase experimental, busca aplicar sus capacidades para proyectos de vivienda en el futuro cercano.
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El proceso de construcción inicia con el diseño tradicional de planos en tres dimensiones, los cuales se convierten en capas verticales para guiar la impresora. La construcción real de una casa de 60 metros cuadrados lleva aproximadamente 32 horas, pero el proceso completo, desde el diseño hasta la construcción, puede tardar algunos días adicionales.La impresora, que se desplaza sobre rieles horizontales y utiliza una boquilla central para depositar el concreto, es operada por un “maestro de obra” que controla la velocidad y la humedad de la mezcla. Este enfoque tecnificado reduce significativamente los riesgos y la carga física para los trabajadores, llevando la construcción a un nivel más avanzado y seguro.
Además, la tecnología de impresión 3D en concreto permite tener libertad en diseños, formas y texturas; por lo tanto, ofrece opciones de vivienda personalizadas, con la posibilidad de construir curvas y formas orgánicas, con variación de ángulos y formas en altura, sin la necesidad de tener una formaleta o molde.
En tanto a la seguridad de las viviendas construidas con esta tecnología, Restrepo asegura que el sistema estructural, incluyendo columnas, vigas y losas, sigue siendo esencial y se integra manualmente después de que la impresora ha completado la parte principal de la construcción. Esto garantiza que las viviendas cumplan con los estándares de resistencia sísmica y seguridad.
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Sobre los costos y beneficios, la impresora 3D de concreto presenta ventajas significativas. Se estima que se puede reducir los costos de material hasta un 20 %, aumentar la productividad del personal de obra hasta un 30 %, disminuir el tiempo de construcción de la obra entre un 10 % y 20 %, mitigar el desperdicio entre un 15 % y 30 % y mejorar el desempeño en términos de seguridad y salud en el trabajo. Finalmente, aunque Restrepo enfatiza que esta tecnología no reemplaza por completo la mano de obra humana, sí transforma los roles y tareas de los trabajadores, haciéndolos más técnicos y especializados. La inversión de 5.000 millones de pesos en esta máquina es solo el comienzo, ya que Cementos Argos espera mostrar el camino a sus clientes constructores para que adopten esta innovadora tecnología.
Imagen: Argos