Un nuevo informe respaldado por la ONU y publicado la semana pasada por el Centro de Monitoreo de Desplazamientos Internos (IDMC) del Consejo Noruego para los Refugiados (CNR), señaló que en todo el mundo hay alrededor de 22 millones de personas desplazadas por desastres naturales como inundaciones, tormentas severas o terremotos en 2013.
El informe conocido a través de Mashable, señala que las tormentas desplazaron a 14,2 millones de personas, las inundaciones 6,2 millones y los terremotos 1,2 millones de desplazados. Los incendios forestales y las temperaturas extremas obligaron a 102.000 personas a abandonar sus hogares y los deslizamientos de tierra a 51.000 personas. Filipinas experimentó el mayor desplazamiento, a causa del tifón Haiyan, una de las tormentas más fuertes que obligó a cuatro millones de personas a desplazarse de su hogar.
Este informe tiene como objetivo brindar hasta la fecha las estadísticas a los gobiernos, organizaciones internacionales y la sociedad civil por igual, para que todos puedan prepararse para los desastres naturales de una forma más eficaz.
“Esta creciente tendencia continuará a medida de que más y más personas vivan y trabajen en zonas propensas a desastres“, señaló Jan Egeland, secretario general del CNR. “Se espera que en el futuro se agrave por los impactos del cambio climático”.
El informe también recalcó el hecho de que “el impacto de los peligros naturales es fuertemente influenciado por la actividad humana, incluyendo el desarrollo urbano o la deforestación”. Los autores del informe piden a los responsables políticos de incorporar políticas públicas para manejar este tipo de impactos en su población.
Imagen: vincent desjardins (vía Flickr).
Es que se debe entender que cuando se dice desastre natural, ese “natural” ya no es lo mismo que “normal”. Poco a poco, el mundo se va acabando y la mitad de él, ni se da por enterado.
Es que se debe entender que cuando se dice desastre natural, ese “natural” ya no es lo mismo que “normal”. Poco a poco, el mundo se va acabando y la mitad de él, ni se da por enterado.