La Universidad de Texas en Austin, desarrolló una piel electrónica elástica, que permitirá que los robots humanoides tengan la capacidad de alcanzar el mismo nivel de suavidad y sensibilidad al tacto que una mano humana. El nuevo desarrollo tecnológico podría aplicarse en el sector de la atención médica, donde los robots podrían controlar el pulso de un paciente, limpiar el cuerpo o masajear una parte del cuerpo.Nanshu Lu, profesor del departamento de ingeniería aeroespacial e ingeniería mecánica de la Escuela de Ingeniería Cockrell, explicó que “al igual que la piel humana tiene que estirarse y doblarse para adaptarse a nuestros movimientos, también lo hace la piel electrónica (…) No importa cuánto se estire nuestra piel electrónica, la respuesta a la presión no cambia, y eso es un logro significativo”.
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El investigador asegura que este avance es significativo ya que es esto podría desarrollar un robot enfermera o fisioterapeuta. “En el futuro, si tenemos más ancianos que cuidadores disponibles, habrá una crisis mundial (…).Necesitamos encontrar nuevas formas de cuidar a las personas de manera eficiente y también cuidadosa, y los robots son una pieza importante de ese rompecabezas”.
¿Cómo funciona la piel electrónica?
Eureka, una revista de divulgación científica, explica que la tecnología llamada E-skin detecta la presión del contacto, lo que le permite a la máquina adjunta saber cuánta fuerza usar para, por ejemplo, agarrar una taza o tocar a una persona.Cuando se estira la piel electrónica convencional, también detecta esa deformación. Esa lectura crea un ruido adicional que distorsiona la capacidad de los sensores para detectar la presión. Eso podría llevar a que un robot use demasiada fuerza para agarrar algo.En las demostraciones, la capacidad de estiramiento permitió a los investigadores crear sondas y pinzas inflables que podían cambiar de forma para realizar una variedad de tareas sensibles basadas en el tacto. La sonda inflada envuelta en piel se utilizó en sujetos humanos para capturar su pulso y sus ondas de pulso con precisión. Las pinzas desinfladas pueden sujetar cómodamente un vaso sin dejarlo caer, incluso cuando se deja caer una moneda en su interior. El dispositivo también presionó una cáscara de taco crujiente sin romperla.
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La clave de este descubrimiento es un innovador sensor de presión de respuesta híbrida en el que Lu y sus colaboradores han estado trabajando durante años . Mientras que las pieles electrónicas convencionales son capacitivas o resistivas, las pieles electrónicas de respuesta híbrida emplean ambas respuestas a la presión. Perfeccionar estos sensores y combinarlos con materiales aislantes y de electrodos elásticos permitió esta innovación de e-skin.
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