El robot fue desarrollado por investigadores de la Universidad de California en San Diego y profesionales de la salud especializados en deterioro cognitivo leve y cuidadores. Cognitively Assistive Robot for Motivation and Neurorehabilitation o Carmen es un dispositivo de meta que ayuda a mejorar la memoria y la atención.
Cabe mencionar que el deterioro cognitivo leve es una etapa intermedia entre el envejecimiento típico y la demencia. Afecta varias áreas como la memoria, la atención y el funcionamiento ejecutivo. Alrededor del 20% de las personas mayores de 65 años padecen esta afección, y hasta el 15% pasa a la demencia cada año.
Hasta ahora, los tratamientos farmacológicos existentes no han podido frenar ni prevenir esta evolución, pero los tratamientos conductuales pueden ayudar.
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Laurel Riek, profesora de informática y medicina y autora de la investigación, explicó que programaron a Carmen para que realizara una serie de ejercicios sencillos de entrenamiento cognitivo.
Por ejemplo, el robot puede enseñar a los participantes a crear lugares rutinarios para dejar objetos importantes, como llaves; o aprenda estrategias para tomar notas para recordar cosas importantes. Carmen lo hace a través de juegos y actividades interactivas.
El robot funciona de forma independiente y sin la supervisión de un médico o investigador. “Carmen tenía que ser plug and play, sin muchas piezas móviles que requirieran mantenimiento. El robot también debe poder funcionar con acceso limitado a Internet, ya que muchas personas no tienen acceso a una conectividad confiable”, explica la revista de divulgación científica Eureka.
El robot es capaz de comunicarse claramente con los usuarios; expresar compasión y empatía por la situación de una persona; y proporcionar descansos después de tareas desafiantes para ayudar a mantener el compromiso.
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Para comprobar su funcionamiento, la universidad entregó el robot a varias personas con deterioro cognitivo leve, quienes luego realizaron múltiples tareas con él, como identificar lugares rutinarios para dejar artículos del hogar para que no se pierdan y colocar tareas en un calendario para que no fuera olvidado.
También fue aprobado por médicos con experiencia trabajando con personas con deterioro cognitivo leve. Ambos grupos de participantes completaron cuestionarios y entrevistas antes y después de los despliegues de una semana de duración.
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«Descubrimos que Carmen dio a los participantes confianza para usar estrategias cognitivas en su vida diaria, y los participantes vieron oportunidades para que CARMEN exhibieron mayores niveles de autonomía o fuera utilizada para otras aplicaciones», escriben los investigadores.
La investigación señala que el desarrollo de Carmen se basó en el robot FLEXI de la Universidad de Washington.
Sin embargo, los científicos hicieron cambios en su hardware y crearon su software desde cero.
Imagen: Eoneren
